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Personas a las que estafaron con el juego de la lotería, que fueron extorsionadas por quienes se hicieron pasar como un familiar en emergencia o que les prometieron una fortuna como "compradores secretos", recibieron ayer el dinero que perdieron luego de que el Servicio de Inspección Postal llevara a cabo una investigación en contra de la empresa MoneyGram.
Un día, Irene Parker, de 75 años de edad, recibió una llamada de quien dijo ser su nieto. "Soy Rusty", le dijo una persona del otro lado de la línea. Le dijo que se había metido en un lío en Canadá, a donde había ido de viaje, pero que había sido arrestado, que requería que le enviara $3,900 dólares para salir de la cárcel, pero que no le avisara a nadie de la familia.
Sin pensar, la señora Parker de inmediato acudió a una agencia de MoneyGram para ayudar a su nieto y envió el dinero. Al siguiente día llamó a su nieto para ver quíé había pasado, pero el verdadero Rusty nunca había salido del país y había pasado todo el fin de semana en su casa.
Ese tipo de estafas y muchas otras relacionadas con el juego de la lotería internacional o las que ofrecen grandes oportunidades de negocios siendo "compradores secretos", fueron investigadas por el gobierno federal luego de conocerse que en el esquema de fraude se utilizó el sistema de correos del país.
El Servicio de Inspección Postal detectó que la compañía de envío de dinero MoneyGram operó de manera negligente entre 2004 y 2009, y que obtuvo millonarias ganancias por ello. En esos cinco años, la actividad fraudulenta creció de 1,575 a 63,814 casos.
Shari Delaney, inspectora postal para el área del Sur de California, explicó que MoneyGram violó la ley al procesar miles de transacciones de sus agentes, a sabiendas de que estaban involucrados en un esquema de estafa internacional.
Al ser demandada por el Gobierno federal, la compañía MoneyGram acordó pagar $100 millones de dólares en todo el país, que serán distribuidos entre las víctimas.
La señora Parker, junto con otras tres víctimas del condado de Los íngeles, recibió ayer su cheque de reembolso, los mismos $3,900 dólares que en aquel entonces envió a su falso nieto "Rusty