Por... Antonio Sandoval
Durante 2013, la onza de oro se ha desplomado 26 por ciento en el mercado de Nueva York; cuando solo faltan diez días para que concluya el presente año se antoja poco probable una recuperación en el precio del activo.
Así, se cortará el periodo más extenso de ganancias en la historia del commoditie, 12 años con incrementos sostenidos en los que se disparó desde niveles de 278.5 dólares por onza cuando inició la tendencia, hasta un máximo de mil 973 dólares, precio desde el que se ajusta en el actual periodo de corrección. Ayer cotizó sobre niveles de mil 220 dólares y la expectativa de corto plazo es bajista.
Se calcula que la existencia global de oro ronda las 175 mil toneladas, según el Consejo Mundial del Oro (WGC por sus siglas en inglíés), entre lo que se incluye las reservas de bancos centrales, monedas acuñadas, existencia del metal en piezas tecnológicas y obras de arte, así como joyería.
China es ya el principal país productor del metal, desplazó a Australia y Sudáfrica hace 6 años, mientras que Estados Unidos es la nación con las mayores reservas en oro dentro de su banco central.
En el mercado mundial de joyería destacan tres naciones como las mayores consumidores de oro en dicha modalidad, la India es el país en el que más joyas se venden con un promedio de 552 toneladas al año; China se encuentra muy cerca con un intercambio comercial interno en joyas de oro por el equivalente a 518 toneladas, mientras que Estados Unidos ocupa el tercer sitio aunque se encuentra muy lejos de los dos gigantes consumidores, en nuestro vecino del norte se venden joyas por un equivalente a 108 toneladas de oro cada año.
Pero los hilos que mueven el precio del metal son muchas veces diversos, a partir de 2008 con el inicio de la crisis financiera global la onza de oro se disparó en su precio, paradójicamente es el riesgo de una deflación y la incipiente recuperación económica en algunas partes del mundo lo que determinó el ajuste a la baja en su precio.
Sin embargo, expertos en el tema señalan que no habría que confiarse demasiado, ciertamente el periodo de corrección podría durar más, al tiempo que las bajas expectativas de inflación en el mundo estarían generando la visión de que el oro no es opción como cobertura financiera, lo que sería un grave error.