Por... Carlos Parodi
Nouriel Roubini, economista de la Universidad de Nueva York, es conocido, pues pronosticó el colapso de la burbuja inmobiliaria en los Estados Unidos dos años antes que ocurriera. En un artículo reciente ha advertido sobre la existencia de nuevas burbujas inmobiliarias en países tan diversos como Suiza, Suecia, Noruega, Finlandia, Francia, Alemania, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Reino Unido, Hong Kong, Singapur, China, Israel, Turquía, China, Indonesia, Israel, India y Brasil. Señala que si bien, las autoridades han implementado medidas de regulación macroprudenciales, estas son insuficientes, pues políticamente es costoso cortar un boom crediticio. Pero, ¿por quíé en tantos países?
Desde diciembre de 2008, los diseñadores de política económica en países avanzados y emergentes implementaron programas de estímulo económico que en síntesis, significaron aumentos del gasto público para enfrentar la caída del PBI, consecuencia de la crisis financiera. El resultado fue que de ahí en adelante el mundo quedó inundado de liquidez. La Reserva Federal (banco central) de los Estados Unidos inyectó 85 mil millones de dólares mensuales, dólares que no solo se quedaron en el país del norte, sino que "salieron", pues son aceptados y deseados por el resto del mundo. Llegaron a Perú, Brasil, Colombia, etc. Hace unos días (el 18 de diciembre) la Reserva Federal (FED) decidió recortar el programa de estímulo económico (proceso conocido como "tapering"), de 85 a 75 mil millones de dólares mensuales de inyección de liquidez.
El retiro gradual nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Quíé pasará ahora? Pues nadie lo sabe, pero lo cierto es que el mundo se ha acostumbrado a navegar en medio de enormes cantidades de dólares desde hace cinco años.
El problema es que esa abundancia de liquidez debe tener algún destino. La historia económica nos muestra que cuando el insumo ha estado disponible, siempre han ocurrido burbujas, algunas de las cuales generan un colapso financiero y otras no. El componente central de una burbuja es la especulación: "comprar barato hoy para vender caro mañana". La clave para "hacer negocio" es que el precio de los inmuebles mantenga su tendencia al alza. Es una apuesta que puede resultar o no, pues no es posible saber, aunque sí intuir, en que momento la burbuja comienza a desinflarse, es decir cuando los precios alcanzan un techo para comenzar a bajar.
Naturalmente existen interesados en que la burbuja siga inflándose pues son parte interesada; por eso es común que en toda burbuja aparezcan aquellos que dicen que "no pasa nada", que "el metro cuadrado en el país es menor que en otros", que existe un "díéficit de viviendas", etc. Son los "negadores" de la burbuja. Ningún argumento es válido, pues el elemento central es el sobreendeudamiento que asumen las personas para "ganar la apuesta".
La pregunta que debemos hacernos es ¿podrán las personas pagar sus príéstamos? Nuevamente la historia económica demuestra que a mayor cantidad de "negadores" mayor probabilidad de una burbuja. Eso pasó en los Estados Unidos entre 2003 y 2007, Irlanda en el mismo período, España, etc. Y ese es el argumento de Roubini; Robert Shiller (premio nobel de economía 2013), conocido por su capacidad de detección de burbuja, señala lo mismo. Roubini indica que mientras se siga inyectando liquidez a la economía mundial, el ascenso de los precios continuará. Lo que se observa en el mundo es una "repetición en cámara lenta" (con lo cual acepta que el período de aumento de los precios será mayor) de la burbuja anterior. A mayor subida de precios, peor el colapso.