El dinero sale de las bolsas emergentes y busca refugio
Publicado en Expansión por M. Martínez
La crisis económica y la caída de las materias primas han provocado un movimiento de capitales desde los parquíés en vías de desarrollo a los mercados occidentales.
La crisis avanza y el dinero se mueve. La desaceleración económica está golpeando con crudeza las bolsas de las economías emergentes. En las últimas 20 semanas, han salido de estos mercados 20.000 millones de dólares, prácticamente la mitad de los flujos que entraron en 2007 (43.000 millones).
Las revalorizaciones de triple dígito acumuladas por estos índices entre 2003 y 2007 han dado paso en el último mes a acusados recortes de en torno al 10%, frente a las caídas de entre el 4% y el 5% registradas por los principales indicadores europeos y estadounidenses.
Para los expertos, esta dispar evolución no es casual. El sombrío panorama económico y el incremento de la aversión al riesgo han motivado un vuelo a la calidad desde los mercados emergentes hasta las principales bolsas desarrolladas, según señala Josíé Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. En especial, hacia Estados Unidos, donde los datos económicos han sorprendido favorablemente en las últimas semanas. “Pero allí persiste el riesgo de la crisis hipotecaria, lo que tambiíén favorece al euroâ€, recuerda Campuzano.
Los factores que han agudizado la cautela hacia los mercados emergentes son varios. El desplome de las cotizaciones de las materias primas (el Brent ha perdido un 15% en el último mes y el cobre, un 13%) ha sido determinante. Economías como Brasil basan parte de su crecimiento en la exportación de recursos básicos, cuya demanda y precio están cayendo en un contexto de frenazo económico.
El recorte de la bolsa china (ha perdido un 9% en el último mes), país en el que se está moderando el crecimiento e incrementado la inflación, y su contagio al resto de parquíés de la zona tambiíén han incrementado la prudencia, según Juan Ramón Caridad, socio director de Atlas Capital. A todo ello se une la relativa fragilidad de los sistemas financieros de estos países y su mayor inestabilidad geopolítica.
Escenarios
Pero la coincidencia a la hora de determinar las causas de los recortes bursátiles se rompe cuando hay que pronosticar el futuro próximo de estos parquíés. Martínez Campuzano anticipa que la aversión al riesgo persistirá en el corto plazo. “Es probable que sea un proceso de meses más que de días o semanasâ€, apunta el experto de Citi. Caridad reconoce que su evolución dependerá del rumbo de las materias primas, aunque no ve “una oportunidad de rebote†en un futuro próximo.
Sin embargo, Kim Catechis, gestor de la firma británica SWIP, ve el horizonte más despejado. De hecho, considera que las caídas han abierto una oportunidad de compra y cree que el flujo de fondos desde estos parquíés hacia el estadounidense no va a adquirir excesiva consistencia en el futuro, por diversos motivos.
Los mercados emergentes, y en especial, sectores como el financiero, materias primas, tecnología o media, han cotizado en el último año con prima frente a sus homólogos en las bolsas desarrolladas. Con independencia de que, desde su punto de vista, un sobreprecio estaría justificado por su mayor potencial de crecimiento, dicha prima habría desaparecido en la actualidad.
El PER (precio/beneficio por acción) de la bolsa estadounidense es de 12 veces, y de 9,5 veces en Europa, mientras que esta ratio se sitúa en torno a 9 veces en los mercados emergentes. í‰stos tambiíén presentan mayor rentabilidad por dividendo (4%) y sobre recursos propios (19,5%) que los índices de Estados Unidos, donde los porcentajes alcanzan el 2,3% y 18%, respectivamente.
“No se ha producido ninguna modificación estructural. El atractivo de estos mercados no ha cambiado. Sigue habiendo mucha sustanciaâ€, concluye el experto de SWIP.