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El Producto Interno Bruto (PIB) de la India creció 7,7 por ciento en la última díécada respecto a la anterior pese a la desaceleración de la economía global, señaló un informe de la oficina del primer ministro.
A la entrada de un año electoral, el reporte, titulado "Diez años de progreso y crecimiento", exalta los avances del país bajo el gobierno de la Alianza Progresista Unida (UPA), y hace notar que en la díécada anterior, en medio de una mayor bonanza mundial, la economía nacional solo creció 6,2 por ciento.
Entre otros íéxitos, cita que desde el 2004 el PIB, el ingreso per cápita y los salarios en las zonas rurales casi se triplicaron, mientras el importante sector de la agricultura creció a un promedio anual del 3,7 por ciento.
Comenta que en ese lapso se ejecutaron 293 megaproyectos con inversiones multimillonarias, y que recientemente fueron creados grupos de trabajo para dar curso a los que, por diversas causas, han quedado interrumpidos.
Destaca que del 2006 al 2013 los flujos de críéditos a las micro, pequeñas y medianas empresas se multiplicaron por casi siete, y que en el últimos bienio 80 mil microempresas recibieron apoyo del programa de generación de empleo del primer ministro, lo que dio oportunidades de trabajo a más de 900 mil personas.
Analistas políticos hicieron notar que la difusión del informe parece responder a la necesidad de neutralizar las críticas de la oposición a la estrategia económica del gobierno.
En los dos anteriores años fiscales la economía india creció a duras penas seis y cinco por cientos, unas cotas de ensueño para otros países, pero consideradas alarmantemente magras en la emergente nación surasiática.
El actual ejercicio fiscal (finaliza en marzo) no pinta más halagí¼eño: varios organismos calificadores internacionales sostienen que esa es una tendencia y que con mucha probabilidad la expansión del PIB no llegará al cinco por ciento, una situación que podría pasarle factura a la UPA en las elecciones generales de mayo.
La imagen del gobierno tambiíén se ha visto empañada por varios multimillonarios escándalos de corrupción, uno de los cuales -relacionado con la licitación irregular de minas de carbón- salpica incluso al primer ministro Manmohan Singh.