Codere ha llegado a un acuerdo con las entidades acreedoras para la extensión de un críédito senior firmado el pasado 5 julio tras no abonar a la fecha de vencimiento los 127,1 millones de euros dispuestos en el contrato, que incluye un plazo de renovación de 30 días, extensible hasta el 15 de abril, y un aumento del tipo de interíés.
Según informó ayer en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Codere no ha abonado a la fecha de su vencimiento las cantidades dispuestas bajo el contrato de críédito senior firmado el pasado 5 de julio de 2013 y posteriormente modificado con fecha 13 de septiembre de 2013, cuyo importe total asciende a 127,1 millones de euros.
La compañía ha recibido por parte de las entidades acreedoras una oferta de extensión del citado contrato, que el consejo de administración, en una reunión mantenida ayer, ha considerado “aceptableâ€.
Según los tíérminos de esta oferta, se aplica un plazo de renovación de 30 días, finalizando inicialmente el 6 de febrero de 2014, que es extensible hasta el 15 de abril de 2014 sujeto al cumplimiento de ciertas condiciones ligadas a la evolución de las negociaciones y alcance de un acuerdo con los bonistas.
Asimismo, el tipo de interíés aplicable se incrementará en un 1% sobre el tipo de interíés aplicado hasta la fecha, mientras que la comisión de apertura será del 0,5% sobre el tramo de efectivo y del 1% sobre lo puesto a disposición de la compañía en forma de instrumentos de garantía. En caso de producirse la extensión descrita previamente, se aplicará una comisión equivalente.
El importe renovado es de 127,1 millones de euros, la misma cifra hasta ahora dispuesta bajo el contrato anterior.
La compañía solicitó preconcurso de acreedores el pasado 2 de enero. Dispone de “un periodo legal de cuatro meses durante los cuales seguirá negociando la refinanciación de su deudaâ€, según lo comunicado la pasada semana a la CNMV.
Las dificultades que está atravesando la compañía de la familia Sampedro se remontan a mayo de 2013 cuando Moody’s alertó de los problemas de solvencia de la empresa para hacer frente a los vencimientos de deuda. Poco despuíés se fueron sumando el resto de agencias de calificación, mientras que los títulos de la compañía se situaban en mínimos y los seguros de impago se disparaban hasta niveles ríécord