Discreto, melómano, devorador de libros y rico, muy rico. Hasta el punto de que ocupa el puesto 41 de la lista Forbes. Se trata de Mikhail Fridman, la segunda fortuna más grande de Rusia, que se ha hecho con el control del 31% del Grupo Zed, la primera empresa española generadora de servicios y contenidos para móviles, cuyo capital está participado mayoritariamente por la familia Píérez Dolset en compañía de Juan Abelló y del Grupo Planeta.
Según han confirmado distintas fuentes, Alfa Group, el mayor grupo financiero e industrial privado de Rusia, se ha hecho con un paquete directo del 5% del Grupo Zed, mientras que otros socios de Fridman han tomado otro 26% adicional de la compañía. La operación se ha instrumentalizado mediante el canje de una sociedad que Fridman constituyó junto con Zed para desarrollar el negocio de servicios para móviles en la extinta Unión Soviíética.
Ambas partes han aportado sus filiales a un holding domiciliado en Holanda, del que los antiguos accionistas de Zed se quedarán con el 69% del capital. El resto estará en manos de Fridman, que entre otras cosas es dueño del mayor banco privado de Rusia (Alfa-Bank) y de la primera cadena de moda (X5) del país. El año pasado cerró la venta del 50% de una petrolera a Rosneft por 28.000 millones de dólares y en 2012 le traspasó su participación en la operadora de móviles Megaon a la mayor fortuna rusa, Alisher Usmanov.
Por si fuera poco, el nuevo socio de los Dolset, de Juan Abelló y de Planeta tiene la mayoría del capital de VimpelCom, que tras comprar el holding de telecomunicaciones del millonario egipcio Naguib Saviris –el que quiso tomar el control de Telecom Italia a costa de Telefónica– se convirtió en la sexta empresa del sector en el mundo. Tambiíén posee intereses en la gestión de activos, los seguros y el gas.
La entrada de Fridman, un filántropo que se ha volcado en la ayuda a los judíos, ha supuesto una dilución en las participaciones de los accionistas históricos de Zed, que hasta la fecha está controlado por los Dolset. La familia fundadora tenía cerca del 42% del capital, mientras que Planeta poseía cerca del 20%; Abelló y el fondo Veronis, con alrededor del 10% cada uno, y Banco Santander, con un 4%.
Nueva línea de críédito
La operación corporativa ha venido acompañada del levantamiento de una línea de financiación de 140 millones de euros. El críédito sindicado lo ha dirigido ING, que ha dado entrada a Banco Santander, a BBVA y a HSBC, así como a un banco ruso y a otro austriaco. Los dos españoles ya eran entidades amigas de Zed, que salió al mercado con la intención de captar unos 100 millones. Sin embargo, el interíés mostrado por los nuevos bancos por participar en el príéstamo ha llevado a la compañía a ampliar el volumen hasta los 140 millones, más otros 30 en bilaterales.
Con presencia en cerca de 70 países, Zed genera cerca del 95% de los ingresos fuera de España, lo que le ha facilitado conseguir la nueva línea de financiación. Como algunos de los socios que más tiempo llevan en el capital quieren vender sus participaciones, el consejo de administración está debatiendo la posibilidad de salir a bolsa, emisión que, de producirse, se realizaría en el Nasdaq estadounidense.
De acuerdo con las últimas operaciones intragrupo realizadas al calor de la peculiar entrada de Banco Santander en el capital, transacción que fue asesorada por Barclays, la valoración de Grupo Zed rondaba los 800 millones de euros a finales de 2012. En consecuencia, la participación de Fridman se aproxima a 200 millones, una tasación que ahora tiene un precio mayor debido a la subida en bolsa de las empresas del sector.