Los pelotazos en el ladrillo siguen a la orden del día. El presidente de OHL, Juan Miguel Villar Mir, ya goza de un beneficio latente de 5,67 millones de euros en Colonial. Y sólo un día despuíés de haber cerrado su entrada en la inmobiliaria vía el nacionalizado RBS. La revalorización total de su reciíén estrenada participación asciende ya al 11,3%.
En los cruces más eufóricos de esta sesión de miíércoles, Colonial ha llegado a apuntarse alzas del 9,4%. La gráfica de la inmobiliaria ha llegado a marcar 1,28 euros por cada una de sus acciones, cuando ayer cerró sesión a 1,17 euros y Villar Mir consiguió hacerse con la vieja participación de RBS a sólo 1,15 euros por título. Las cotas alcanzadas hoy no se veían en el valor desde que el pasado mes de noviembre se comenzó a especular con la entrada del empresario.
Los inversores han optado por celebrar la entrada anticipada del presidente de OHL en lugar de igualar su precio de entrada. Una circunstancia que los analistas explican en el seguro que su inversión supone ahora para sacar adelante el ambicioso plan de refinanciación y recapitalización de la ladrillera. Y es que, este plan pasa por la aprobación de una ampliación de capital de 1.000 millones de euros, de los cuales 300 quedarían reservados precisamente para el empresario madrileño. Dada su reciíén estrenada -y de momento rentable- condición de accionistas de relevancia, el camino parece más llano de cara a esta operación.
Hoy por hoy, el marquíés y exvicepresidente de Gobierno es dueño, a travíés de su brazo inversor, de 43,67 millones de acciones de Colonial. Un paquete que representa el 19,3% del capital social de la cotizada, pero que tras la ampliación de capital prevista quedaría reducido a un testimonial 2,5%.
Colonial se hacía con el liderazgo del Mercado Continuo durante buena parte de este miíércoles. Además, el volumen de negociación alcanzaba ya al ecuador de la sesión un registro casi par a su media anual de una jornada completa. Los brókeres de Barclays eran los más activos en el lado comprador que engordaba las ganancias virtuales del nuevo accionista de referencia, mientras que las ventas las comandaban las mesas de CaixaBank