Enagás ha dejado solo al presidente de ACS, Florentino Píérez y le viene a recordar, lisa y llanamente, que en el tema del almacíén gasista submarino de Castor, en la costa castellonense, cada palo debe aguantar su vela. Castor está paralizado por una oleada de seísmos que se produjo en octubre del año pasado y ahora nadie quiere asumir el coste de la inversión: 1.800 millones de euros.
El pique entre ACS y Enagás se ha reflejado en sendas notas a la CNMV. En la de ayer ACS aseguraba que Castor se pondría en marcha este año, que los problemas provocados por los seísmos se solventarían. Tambiíén daba por hecho que se cumplirá el compromiso de compraventa de acciones de la explotadora del almacíén Escal UGS a Enagás.
Enagás ha respondido hoy a ACS a travíés de la CNMV que el acuerdo de compra de acciones de Escal UGS “se encuentra sujeto a condiciones suspensivas que hasta la fecha no han tenido cumplimiento por lo que el citado protocolo no ha producido hasta la fecha efectos ni se han hecho efectivas sus previsionesâ€.
El Confidencial ya adelantó el pasado mes de octubre que la entrada de Enagás en el proyecto era harto dudosa una vez que el Ministerio de Industria había paralizado el proyecto por los terremotos provocados durante la fase de inyección de gas en el subsuelo en el norte de Castellón y el sur de Cataluña.
Enagás va más lejos en su nota y asegura que “ni Enagás, ni ninguna sociedad de su grupo ostenta participación alguna, directa o indirecta, en el capital social de Escal UGS†y se lava tambiíén las manos en cualquier responsabilidad en la gestión o diseño del proyecto.
Antiguas diferencias
La diferencia entre ACS y Enagás en la manera de llevar Castor habían estado soterradas hasta ahora. De hecho, Enagás llegó a tener un consejero en Escal UGS, que según fuentes del sector energíético, dejó la sociedad por desavenencias con el modelo de gestión que imperaba en la sociedad. Todo ello ahora ha salido a la luz en parte porque ninguna de estas dos compañías, que cotizan en el Ibex-35, quiere que las incertidumbres que pesan sobre el almacíén gasista de Castor acaben afectando al valor de sus acciones.
ACS aseguraba en su comunicación a la CNMV que no controla Escal UGS, en parte por el peso del regulador, en parte por el compromiso de la venta a Enagás. Enagás por su parte niega que nunca haya tenido control alguno sobre Castor. Pero en los libros de ACS consta la participación de Escal UGS, con el 66%.
Pendiente de Alberto Nadal
El secretario de Energía, Alberto Nadal, ha encargado un informe al Instituto Geológico y Minero Español para decidir quíé se hace con Castor. Estaba previsto que dicho estudio se hiciera público a final del año pasado pero ello no fue posible porque la Ministerio de Industria le estalló en la cara la crisis del precio de la luz y la caída de su reforma elíéctrica y se tuvo que dejar lo importante para hacer frente a lo urgente.
El informe no pinta bien para Castor. Tanto la Comunidad Valenciana como el ayuntamiento de Vinarí²s, dos instituciones gobernadas por el PP, han pedido formalmente el cierre de la instalación gasista. Por ahora ACS, que tiene el 66% del capital, se niega a hacer ninguna provisión en sus cuenta e insiste en que el almacíén puede volver a ponerse en marcha.