Por... Nestor Marin
El presidente Rafael Correa advirtió a los accionistas y directivos de los bancos que se declararon en quiebra en 1999 que deben liquidar la deuda contraída con el Estado, o de lo contrario serán declarados insolventes.
Por lo menos salgan a dar la cara y pidan disculpas si actuaron de buena fe, los conminó el mandatario este sábado, en su acostumbrado informe semanal de labores a la ciudadanía.
A instancias de Correa, el ministro de Política Económica, Patricio Rivera, explicó en el programa radiotelevisado transmitido desde la provincia amazónica de Morona Santiago que la declaración de insolvencia implicará que los deudores no podrán manejar sus bienes o ingresos, ni ausentarse del territorio ecuatoriano.
Tambiíén tendrán que publicar en la prensa la situación de su deuda, la que según Rivera asciende a más de dos mil 347 millones de dólares por el salvataje ordenado en 1999 por el entonces presidente Jamil Mahuad para tratar de evitar la quiebra de 32 entidades bancarias del país.
Pero ni siquiera la ayuda millonaria otorgada por el gobierno, ni el llamado feriado bancario de cinco días pudo impedir la crisis que además de la caída de Mahuad, trajo como consecuencia la dolarización de la economía ecuatoriana y la emigración de miles de personas.
Tras advertir que los llamados "peces gordos" tendrán hasta diciembre de este año para ponerse al día con sus obligaciones, Correa señaló que esa tragedia nacional no puede quedar en la impunidad.
En el caso de las personas que tenían críéditos con los bancos que quebraron, y luego demostraron no tener recursos para pagarlos, se les dará un plazo hasta 2019.