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Los trabajadores de la filial francesa de la trasnacional Goodyear consiguieron hoy, tras casi un año de lucha, el pago de una indemnización adicional para quienes perderán su empleo por el cierre de la fábrica de Amiens-Nord.
El 31 de enero de 2013 la dirección de la empresa anunció la clausura definitiva de la instalación y el despido de sus mil 173 asalariados, lo cual dio lugar a una serie de protestas dirigidas por la Confederación General del Trabajo (CGT).
La agrupación gremial propuso crear una cooperativa para salvar la planta, pero no contó con el financiamiento necesario por parte del Estado.
Numerosas tentativas para conseguir un inversionista dispuesto a mantener las operaciones fracasaron, por lo que la liquidación de la fábrica se convirtió en un hecho inminente.
La CGT consideró insuficiente el fondo destinado por Goodyear para compensar a sus empleados y encabezó una serie de acciones para exigir un aumento sustancial de las prestaciones.
La más reciente medida fue ocupar desde el 7 de enero último las bodegas donde hay decenas de miles de neumáticos terminados listos para su venta.
Este miíércoles, ante un mediador nombrado por el gobierno, se firmó un acuerdo donde los propietarios se comprometen a incrementar las indemnizaciones y renuncian a cualquier demanda contra los obreros que participaron en las protestas.
Por su parte, los sindicalistas abandonarán por completo la fábrica para permitir el traslado de las mercancías allí almacenadas.