EFE
Unos 100.000 mineros afiliados de la Asociación de Mineros y Trabajadores de la Construcción (AMCU) comenzaron hoy en el sector del platino sudafricano una huelga para pedir mejoras salariales, en el primer gran paro que sufre este año la industria en el país austral
"AMCU es el sindicato mayoritario (en el sector del platino) con alrededor del 90 por ciento de los trabajadores. El 10 por ciento restante se presentará a sus turnos, pero como en todas las huelgas algunos no irán a trabajar al temer por sus vidas", dijo el coordinador de AMCU, Evans Ramokga, citado por la agencia local de noticias Sapa.
La huelga afecta a los gigantes mundiales del platino Lonmin, Anglo American Platinum e Impala, y tiene lugar en las explotaciones de estas compañías en la minera provincia del Noroeste.
Los sindicalistas, que ya han comenzado a concentrarse en varias minas para expresar sus reivindicaciones, piden que el salario mínimo de los mineros del sector se sitúe en los 12.500 rands (cerca de 850 euros), una cantidad que dobla el sueldo básico actual y que es considerada inasumbible por las empresas.
"Es muy preocupante para las empresas del platino el hecho de que AMCU haga promesas a los trabajadores que no se pueden cumplir", dijo en un comunicado la cámara de empresas mineras.
Una de las compañías afectadas, Impala, suspendió hoy los trabajos en sus explotaciones junto a la ciudad de Rustenburg, en la provincia del Noroeste y junto al que se despliega el llamado cinturón del platino sudafricano.
El objetivo es "mitigar el riesgo de violencia y garantizar la seguridad de los empleados", dijo la portavoz de Impala, Alice Lourens.
Aunque no se conoce la duración de la huelga, los expertos apuntan que podría ser una de las más dañinas para el sector de los últimos meses.
De acuerdo con datos del Instituto de Relaciones Raciales (SAIRR), en 2011 se dejaron de trabajar en Sudáfrica 6,2 millones de jornadas laborales por culpa de las huelgas, provocando píérdidas de miles de millones de euros.
Un total de 45 personas murieron durante 2012 en una serie de huelgas y protestas violentas en la provincia del Noroeste, en el año más agitado de la historia reciente del sector en Sudáfrica.