La Autoridad del Canal de Panamá (ACP), el consorcio liderado por Sacyr y la aseguradora Zurich retoman hoy las negociaciones para encontrar una solución que permita concluir las obras de ampliación del canal de Panamá. Zurich lanzó una propuesta la semana pasada que fue inicialmente bien recibida, pero que no ha terminado de concretarse. Mientras, la ACP esgrime desde principios de año un plan b para acabar las obras sin el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), pero se ha encontrado con la resistencia de Zurich, según fuentes cercanas a las negociaciones.
El canal de Panamá intentó que la firma CH2MHill, que actúa como consultora y asesora de la ACP en todo el proyecto, asumiese la obra. De hecho, fuentes cercanas al conflicto indican que CH2MHill ha establecido contactos y entrevistas con empleados de GUPC para tratar de reclutar personal por si asume las obras.
La oposición de Zurich, sin embargo, ha frenado ese plan b. La aseguradora no solo se niega a desembolsar la fianza de cumplimiento de 400 millones de dólares (cerca de 300 millones de euros) sino que además ha dado a entender que ante una ruptura unilateral de la ACP con el consorcio no estaría dispuesta a garantizar con sus avales la terminación de la obra, al menos sin un periodo previo de análisis jurídico y económico. Con ello, la ACP no solo perdería el importe del aval sino que además pasaría a ejecutar las obras sin garantía alguna, en lo que fuentes cercanas a la negociación estiman que supondría una violación del contrato.
Zurich ya explicó a principios de enero a la ACP que consideraba improductivo enzarzarse en una batalla legal y abogaba por un pacto, al tiempo que lamentaba la intransigencia de la ACP para llegar a una solución negociada. Sin un acuerdo, el Canal se arriesga a un retraso de tres a cinco años, según los árbitros que resuelven en primera instancia las reclamaciones. La aseguradora no ve obstáculos legales ni contractuales para que la ACP adelante financiación para las obras cuya liquidación final estíé sujeta a los mecanismos de resolución de las disputas, que fijarán si procede o no el pago de los sobrecostes de unos 1.200 millones de euros.
En esa línea va la propuesta que lanzó Zurich la semana pasada y sobre la que han estado trabajando los asesores legales de las partes. Para hoy y mañana están previstas nuevas reuniones. Las partes se han dado por ahora hasta el sábado para negociar.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el primer ministro italiano, Enrico Letta, defendieron ayer en Roma una solución “justa y equitativa†del conflicto, informa Carlos E. Cuíé. Sacyr está en esa gran obra con Impregilo, una empresa italiana, y el Gobierno de Panamá presiona tanto a España como a Italia para buscar una solución. “Es una de nuestras prioridadesâ€, reconoció Letta. Rajoy, de su lado, dijo: “Tenemos la esperanza de que se va a lograr una solución rápida y pronto y creemos que, a la espera de la sentencia arbitral, la conclusión de los trabajos en la fecha prevista es por lo que todos debemos apostarâ€.
Por su parte, el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, atribuye el conflicto por las obras de ampliación del Canal a la situación financiera de Sacyr e Impregilo. “Esto pasa cuando uno se alía con dos que no tienen plata. Si uno tiene plata, la pone encima de la mesa y resuelve el conflicto. Cuando no, pasa lo que nos está pasandoâ€, aseguró a EL PAíS la semana pasada en un receso de las jornadas del Foro Económico Mundial, informa Alicia González.
Martinelli dice ser optimista sobre el futuro de la ampliación. “No tenga ninguna duda, las obras van a seguir adelante sí o síâ€, apunta. Sus asesores sostienen que, en el fondo, Sacyr e Impregilo tienen subcontratada buena parte de sus operaciones a empresas locales, “así que no está tan claro que la rescisión del contrato signifique un gran retraso para la obraâ€, aseveran.