Panrico está pidiendo subvenciones a cada una de las comunidades autónomas donde tiene sus fábricas -Cataluña, Madrid, Castilla y León, Andalucía y Aragón- pese a que su propietario, el fondo de inversión Oaktree, tiene a la matriz de la empresa en Luxemburgo para ahorrarse impuestos.
De acuerdo con los datos del Registro Mercantil, el accionista único del fabricante español de bollería, propietario de marcas como Donuts o Bollycao, es Circle 3 Luxembourg Holding, una sociedad instrumental domiciliada en el Gran Ducado, que controla la totalidad de los derechos de voto.
De hecho, las últimas cuentas que Panrico ha enviado al Registro, las correspondientes al año 2012, que hubo que reformular, no están firmadas en Barcelona, donde se encuentra su sede social, sino en Luxemburgo. Fue el pasado 11 de octubre, con la compañía en preconcurso de acreedores y pidiendo ya ayuda financiera a los gobiernos autonómicos.
Diferencias fiscales
Invirtiendo a travíés de una sociedad luxemburguesa, los dividendos y ganancias patrimoniales que Oaktree pudiera obtener en España, incluidas las de una posible venta en el futuro de su participación en Panrico, tributan sólo al uno por ciento. Además, Oaktree no tiene que tributar por los ingresos derivados de los intereses que Panrico le tenga que pagar por los príéstamos concedidos, por un importe total de algo más de 70 millones.
Josíé María Mollinedo, secretario general de Gestha, el sindicato de tíécnicos de Hacienda, explica, no obstante, que "como la sociedad está en píérdidas, la matriz habrá aplazado el pago de los intereses, por lo que la principal ventaja en este momento es la facturación de servicios", que están exentos de IVA en Luxemburgo. Es decir, Circle Holding puede facturar a la compañía española, incrementar así sus gastos operativos, y no tener que tributar por ello por los ingresos recibidos.
"Hay empresas que incluso tienen la propiedad de sus marcas registrada a favor de una matriz en Luxemburgo y pagan un canon por ello", explica Mollinedo, que recuerda que mientras que esos servicios facturados estíén acreditados se produce sólo una elusión fiscal, es decir, ingeniería financiera completamente legal. El problema es cuándo no lo están, porque entonces habría fraude, algo que por ahora no se ha demostrado en Panrico.
En cualquier caso, la empresa, que tiene centros de producción en Santa Perpetua (Barcelona), Paracuellos del Jarama (Madrid), Zaragoza, Puente Genil (Córdoba) y Valladolid, tiene que abonar en España el impuesto de Sociedades por su actividad.
Plan de viabilidad
En los últimos cinco años Panrico, que ha esquivado por ahora el concurso de acreedores, ha perdido 710 millones de euros debido, según aseguran desde Oaktree, a los elevados costes de producción, a la competencia de la marca blanca y a la caída en el consumo de sus productos por la recesión económica.
El 25 de septiembre de 2013 la dirección planteó un plan de viabilidad con un expediente de regulación de empleo que afectaba, en principio, a 1.914 personas (casi la mitad de la plantilla) y una reducción del sueldo de entre el 35 y el 45 por ciento para los que se quedaran.
Los sindicatos rechazaron esta propuesta y se movilizaron contra su aplicación, llegando incluso a una huelga indefinida en algunas plantas, como la de Barcelona, que está paralizada desde el 12 de octubre y que podría ser cerrada en breve. Aunque finalmente el 14 de noviembre se llegó a un preacuerdo que conllevaba 745 despidos y una rebaja salarial del 18 por ciento, el actual consejero delegado de Panrico, Carlos Gila, no ha cesado de reunirse con distintos dirigentes autonómicos para pedirles dinero a cambio de mantener abiertas las instalaciones.
En los últimos años, la mayor parte de las autonomías ha concedido ya subvenciones millonarias a Panrico, aunque algunas como Andalucía, que ha dado 6,6 millones, han anunciado que exigirán la devolución de las mismas si la empresa no cumple la normativa de incentivos para mantener el empleo.
Oaktree se hizo fuerte en Panrico en el año 2012. En ese momento llegó a un acuerdo con su anterior propietario -otro fondo de inversión denominado Apax Partners, que tambiíén había situado a la matriz en Luxemburgo- para reestructurar el pasivo de la empresa, que se elevaba entonces a 380 millones y capitalizar su deuda. Con ello, el fondo norteamericano incrementó su participación del 20 al 86%, para llegar al cien por cien el pasado junio.
La compañía se quedó así sin deuda financiera, pero con príéstamos participativos concedidos por su matriz luxemburguesa, que se contabilizaron como fondos propios. Panrico cerró 2012 con una facturación de 513,5 millones de euros y unas píérdidas de 98,3 millones, tres veces menos que los 278 millones que perdió en un año antes