Por... Martin Hacthoun
Argentina vive una seria pugna entre las cúpulas empresariales enfrascadas en maniobras especulativas y el gobierno nacional que puja por controlar el mercado monetario y combatir la especulación, en particular el alza injustificada de los precios.
A dos años de las elecciones presidenciales, centros económicos asociados históricamente a los grupos de poder político, hoy en la oposición, a los que se alían sindicatos de dirigencias oportunistas, se anticipan a impulsar una evidente campaña de desestabilización nacional.
Apoyados por la acostumbrada estridencia mediática de la prensa opositora, a todas luces buscan desestabilizar sectores del mercado interno y con ello alterar la opinión pública para la ansiada ganancia política y forzar al Estado a aplicar medidas de ajustes.
Ante esa cruzada el gobierno de la presidenta Cristina Fernández se esfuerza por controlar, con los medios a su alcance, los efectos en el mercado de esos embates económica y políticamente intencionados.
El rejuego con los precios en el mercado interno se desató con la entrada en vigor de la venta oficial de dólares, autorizada por el Estado, para combatir la especulación monetaria que fomentaban los mismos grupos económicos con el uso del mercado marginal de divisas.
La nueva norma permitió una devaluación del peso argentino ante el dólar, de 6,00 por uno a 8,00 por uno, y esto entonces lo aprovecharon los especuladores para alterar la banda de precios minoristas.
El jefe del Gabinete, Jorge Capitanich, acusó a grupos económicos poderosos por subir injustificadamente los precios y aseguró que el Estado intervendrá para que retrocedan.
Tambiíén denunció que "sectores políticos, sindicales y económicos, apoyados en grupos mediáticos concentrados, promueven la desestabilización" para disminuir la capacidad del Estado de controlarlos.
Precisó, además, que el gobierno aplicará sanciones para evitar abusos en los precios, ni aumentos injustificados, como el traslado automático de la suba del dólar a los valores de la mercadería en el mercado interno.
Capitanich fijó la atención tambiíén en los grandes actores del sector agroexportador y cómo su especulación impacta sobre la falta de entrada de dólares al país y sus consiguientes efectos macroeconómicos.
El servicio Infonews divulgó que la cúpula del empresariado del campo admitió que retuvieron la venta de sus producciones, acción que el gobierno denunció como maniobra especulativa.
Infonews señaló que Miguel Etchevehere, titular de la opositora Sociedad Rural, justificó la acción porque en su opinión "guardar la cosecha y no venderla toda junta es un acto de responsabilidad", y el medio se pregunta para quiíén.
Desde el Estado, Capitanich junto al ministro de Economía, Axel Kicillof, y el secretario de Comercio Interno, Augusto Costa, negociaron con los supermercados y sus abastecedores primero un acuerdo de "Precios Cuidados" para una serie de productos de la canasta familiar, desde alimenticios, hasta cosmíéticos, limpieza y bebidas.
Luego pactaron con los productos de materiales de construcción, y para la venidera semana se precisarán para las carnes, cuyas alzas son económicamente injustificadas, tomando en cuenta la producción del país.
Igualmente, anunciaron sanciones para varias cadenas de supermercados como Coto, Carrefour y otros. Incluso, advirtieron que intervendrían el Mercado Central para sacar de allí a los especuladores.
Es una abierta lucha política en la que la oposición utiliza todas las armas a su disposición, estas maniobras especulativas, mediáticas y económicas son propias de ellas, comentó con Prensa Latina un estudioso de esta situación que lo acompañó en un recorrido por un supermercado.
"Si esto es ahora a dos años de las elecciones, entonces quíé viviremos cuando empiece la campaña política en 2015", se preguntó.