La banca española prepara su oferta por Pescanova. Pese a los esfuerzos de KKR y Damm por mejorar su propuesta, al final los siete bancos españoles han preferido una salida a lo Metrovacesa: capitalizar deuda y hacerse con el control de la compañía asumiendo directamente la gestión, según han explicado fuentes financieras conocedoras de las conversaciones. La oferta se formalizará a finales de febrero.
Los bancos que participarán son Banco Sabadell, Popular, NCG, CaixaBank, Bankia, Banco Santander y BBVA. Por tanto, serán las siete entidades que formalicen la propuesta, que se elevará al juez que lleva el concurso de Pescanova. Al depender la viabilidad de la empresa del apoyo de los bancos, hay muchas probabilidades de que esta oferta sea la que se lleve el gato al agua.
No obstante, los acreedores se decantarán finalmente por el mejor postor. De hecho, ayer, la banca seguía esperando que Centerbridge y BlueCrest mejorasen su plan, algo que presumiblemente harán hoy.
La entidad más activa en el diseño de la propuesta bancaria es NCG porque su nuevo accionista, Banesco, sabe que, si Pescanova va a liquidación, perderán sus 161 millones de príéstamos, ya que el juez los ha calificado como deuda subordinada al haber sido la caja gallega antigua accionista de la pesquera. Es decir, todos los bancos recuperarían algo, menos ellos.
La oferta de la banca se basará en tres principios: primero, una quita menor que la que proponen Damm y KKR, que rondaría el 80% de una deuda que actualmente es de 3.600 millones; segundo, una mayor capitalización, y tercero, el control de la gestión en detrimento de los intereses del presidente de Damm, Demetrio Carceller, quien ahora manda en el consejo gracias a la complicidad con el actual presidente del grupo pesquero, Juan Manuel Urgoiti, y con el grupo Luxempart, que tambiíén forma parte del grupo que le apoya en su oferta.
Mayoría muy amplia
Según el diseño que manejan los bancos en este momento, con la nueva capitalización, los siete bancos se harían con cerca del 90% de Pescanova, cada uno en proporción a sus príéstamos concedidos al grupo pesquero, con lo que Sabadell, Popular, CaixaBank y Bankia se convertirían en los primeros accionistas de la multinacional gallega.
Los siete bancos están discutiendo quíé volumen de dinero fresco han de aportar al grupo en situación concursal y cómo administran la gestión de la sociedad en esta nueva etapa de la compañía. Pero evidentemente todos son conscientes de que tendrán que inyectar nuevos fondos, pese a que algunos de los grupos se resisten a ellos. La entrada de la banca diluirá tanto a los actuales accionistas que los reducirá a un peso testimonial.