Parecía, pero no. Pese a haberse anunciado hace meses, finalmente Catalunya Banc no venderá su gestora inmobiliaria CX a los fondos oportunistas Kennedy Wilson y Ví¤rde Partners. Fuentes del sector han anunciado que ambas partes renuncian a la operación de mutuo acuerdo y que el banco heredero de CatalunyaCaixa reabre la venta.
Portavoces de Catalunya Banc han declinado hacer declaraciones, pero las fuentes inmobiliarias antes mencionadas explican que se ha iniciado de nuevo el proceso de venta. De hecho, señalan que hay fuerte interíés entre fondos y grupos inversores internacionales por este tipo de activos. Por lo menos habría cuatro grupos interesados. Los nombres que han trascendido son los de los fondos Apollo, Cerberus o Magic Real Estate, entre otros.
La operación de Kennedy Wilson y Ví¤rde Partners se anunció el pasado mes de agosto y se iba a cerrar por un importe de entre 35 y 60 millones en función de diversos condicionantes. Finalmente, el plazo para cerrar el acuerdo acabó el 31 de diciembre de este año y, tras darse una prórroga, ambas partes han acordado desistir.
La nueva operación supondrá el acceso a la gestión de más de 8.700 millones de euros en activos inmobiliarios administrados por la entidad, de su propiedad y de la Sociedad de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) –más conocida como el banco malo–. El mantenimiento del empleo es un aspecto clave en la operación.
Interferencia de otras operaciones
En la compra de CX han interferido otras operaciones, ya que Kennedy Wilson y Ví¤rde Partners adquirieron por 800 millones de euros la inmobiliaria del Banco Popular.
Otro de los puntos que han distorsionado la venta han sido los requerimientos fijos de Catalunya Banc con respecto al mantenimiento del empleo del máximo número de personas posibles. Por ello, al final se ha optado por la negociación con otros operadores, siguiendo las recomendaciones del banco de negocio N+1, firma asesora de la entidad en la transacción.
Operadora muy dinámica
CX es la gestora más dinámica de las que trabajan con la Sareb, con un equipo especialista en gestión tanto de activos inmobiliarios como de críéditos con colateral inmobiliario, destacando la experiencia en gestión comercial, tíécnica, urbanística y patrimonial.
El volumen bajo su gestión es superior a 8.700 millones de euros. Estos activos son propiedad de la propia CatalunyaCaixa y de la Sareb, tras el traspaso realizado en el marco del proceso de recapitalización de la entidad, y en buena parte la rentabilidad de la operación depende del contrato con el denominado banco malo. La venta de CX es parte de un plan de desinversiones de Catalunya Banc más amplio previo a la subasta en la que el FROB ofrecerá la entidad a los inversores interesados.