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Autor Tema: Los bonistas ofrecen inyectar 400 millones en Codere para evitar la quiebra  (Leído 144 veces)

Eguzki

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Dinero. Eso es lo que necesita Codere para poder hacer frente a sus obligaciones financieras con los bonistas y los acreedores, a los que dejó de pagar el pasado mes de enero. Ante esta situación, que avoca a la compañí­a al concurso de acreedores, los dueños de los bonos han propuesto a la familia Martí­nez Sampedro inyectar 400 millones de euros a cambio de quedarse con el 80% del capital de la compañí­a.

La proposición cuenta con el respaldo del 75% de los tenedores de las distintas emisiones de bonos de Codere, que tiene en el mercado unos 1.000 millones en deuda comercial. Estos inversores se han agrupado bajo la representación de Houlihan Lokey, el banco de inversión que defiende los intereses de los acreedores ante los Martí­nez Sampedro. La familia, propietaria del 70% de la empresa de juegos, no está, sin embargo, por la labor de firmar este acuerdo.

Según indican fuentes financieras, los bonistas proponen aportar 200 millones de dinero fresco, más otros 200 que procederí­an de un cambio de deuda por capital. Como muestra de buena voluntad, estos inversores aceptarí­an una quita de 350 millones del total del pasivo que se les adeuda, con tal de que Codere pudiera ser viable. A cambio, se quedarí­an en un principio con el 95% de las acciones del grupo.

Pero para que los actuales gestores sigan al frente de la sociedad, ofrecen a los Martí­nez Sampedro un bonus por el que podrí­an llegar a mantener entre el 15 y el 20% vinculado a la obtención de determinados objetivos financieros. Unos administradores, encabezados por Josíé Antonio Martí­nez Sampedro, que se niegan a rubricar esta propuesta y que prefieren acudir al concurso de acreedores antes que ver que los inversores institucionales toman el capital.
Codere ya está en preconcurso desde el pasado 4 de enero y en situación de impago desde mediados del mes pasado cuando reconoció que no tení­a en caja ni los 32 millones necesarios para abonar el cupón de una de sus emisiones de bonos. Antes tambiíén habí­an dejado sin devolver 132 millones de euros correspondientes a una lí­nea de críédito especial concedida por los fondos Canyon y Blackstone en agosto de 2013 para evitar un default prematuro.

Precisamente, estos dos fondos le han dado hasta el próximo dí­a 6 de febrero para hacer frente a esta deuda, fecha que podrí­a extenderse hasta principios de abril si Codere presenta un plan de emergencia que sea validado por el 50% de los bonistas, una opción que parece complicada porque las posturas entre los Martí­nez Sampedro y los inversores institucionales están muy alejadas.

Para los fondos, los actuales accionistas prefieren el concurso de acreedores a que la compañí­a siga funcionando porque pretenden anteponer sus intereses personales antes que los del conjunto de los accionistas. Hay que recordar que la familia tiene, además, una deuda personal de más de 500 millones a travíés de un príéstamo cuyas garantí­as son parte de las acciones de Codere. Dicho pasivo es a travíés de Massampe, una sociedad dueña del 51% de Codere, cuyo valor de mercado es de apenas 27 millones.