La llegada de Josep Maria Bartomeu a la presidencia del Barcelona va a suponer un cambio de estilo en la forma de dirigir al club azulgrana. No serán grandes cambios, pero sí algunas modificaciones que con Rosell parecían imposibles. Uno de ellos será el acercamiento a alguno de los enemigos ilustres que tuvo el anterior presidente.
A Bartomeu le gustaría que Guardiola ayudara al Barcelona cuando acabe su etapa en el Bayern. Así lo dijo ayer en rueda de prensa. Tambiíén tendrá un acercamiento con Ferran Soriano, máximo ejecutivo del Manchester City y excompañero de junta. Acudirá a la comida previa al partido de Champions League entre el equipo inglíés y el Barcelona, algo a lo que Rosell no estaba muy dispuesto.
Un acercamiento que puede ser clave es con antiguos directivos. Estos días comienza el proceso de la acción de responsabilidad por la que el club reclama 47 millones de euros a la directiva de Joan Laporta.
Varios miembros de la actual Junta están en contra de que se mantenga este litigio. Vilarrubí le pidió a Bartomeu un acercamientos con estos directivos. Según indica Rac-1 fue una condición que le puso al nuevo presidente para no dimitir.
Mejoras en comunicación
Otro de los puntos donde habrá cambios es en el de la comunicación. Bartomeu es consciente de que el club no ha comunicado bien algunos aspectos en los últimos tiempos. Por este motivo, el directivo Manuel Arroyo y Albert Montagut, director de comunicación, están trabajando en un nuevo plan estratíégico en esta materia. En estos último días ya se ha visto un cambio sustancial en esta materia.
