El presidente y principal accionista de Codere, Josíé Antonio Martínez Sampedro, se encuentra ante una situación financiera muy complicada. Y no sólo porque la compañía haya incurrido ya en dos impagos y se haya quedado al borde del concurso de acreedores, sino tambiíén porque sus cuentas personales no le cuadran. Masampe Holding BV, la sociedad instrumental a travíés de la cual controla un 51,3% de la compañía -tiene otro 12,4% adicional de forma directa- ha declarado entre 2010 y 2011 unas píérdidas netas de 86 millones de euros.
La firma está domiciliada en ímsterdam (Holanda) por motivos fiscales, pero ni aún así ha conseguido esquivar los números rojos. De acuerdo con las cuentas presentadas en el Registro Mercantil holandíés, las píérdidas obedecen en su totalidad a los gastos financieros derivados de gigantesca deuda.
Tal y como adelantó elEconomista el pasado 7 de febrero, Martínez Sampedro debe afrontar en diciembre de 2015 a travíés de esta sociedad el vencimiento de 570 millones de endeudamiento, lo que, con unos activos valorados en sólo 27 millones, le puede arrastrar tambiíén a la suspensión de pagos.
Fuerte endeudamiento
Fuentes de toda solvencia consultadas por este periódico han confirmado que del importe total, 340 millones, corresponden a la financiación concedida en 2007 por Credit Suisse para la compra de acciones de la compañía de juego y el resto al pago de intereses, que deben afrontarse de golpe.
No obstante, y al margen de los resultados financieros y del balance individual de Masampe Holding BV, la sociedad ha presentado tambiíén unas cuentas consolidadas que reflejan una situación algo menos dramática. En conjunto, el grupo ha declarado unas píérdidas netas de 18,6 millones de euros. Eso a pedar de que los gastos financieros se elevaron en 2011, el último ejercicio del que hay cuentas disponibles, a 131,8 millones de euros, lo que supone un 12% más que un año antes.
Puesto que controla una participación superior al 50% de Codere, Masampe Holding consolida la totalidad de los ingresos de esta compañía, por un importe de 1.369 millones de euros a 31 de diciembre de 2011. La empresa de juego representa, prácticamente, la única fuente de ingresos del empresario, cuyos ingresos adicionales sólo suponen 5 millones de euros.
La situación económica de Martínez Sampedro podría complicarse aún más si, tal y como parece, Codere acaba en concurso. La empresa ha emitido cerca de 1.000 millones de euros en bonos para financiarse y ha sido incapaz ahora de alcanzar un acuerdo con los bonistas, condición indispensable para poder aplazar el pago de 127 millones a los fondos GSO y Canyon hasta el 15 de abril.
Esa deuda venció el pasado 5 de febrero y son estas firmas las que deben decidir ahora si ejecutan las garantías y precipitan, por lo tanto, la suspensión de pagos. En este sentido, fuentes próximas a los bonistas aseguran que "lo que está intentando Martínez Sampedro es salvar su propio patrimonio, aunque sea a costa de la compañía".
Esa sería la razón, según dicen, por la que ha rechazado la propuesta que le han hecho los tenedores de los bonos: aceptar una quita de 340 millones de euros, realizar una inyección de otros 400 millones más y tomar, a cambio, el 82% del capital.