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Autor Tema: La importancia de la autoestima en el desarrollo personal  (Leído 789 veces)

lauramsagra

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La importancia de la autoestima en el desarrollo personal
« en: Febrero 20, 2014, 03:44:03 pm »

   
¿Quíé es la autoestima?
 
Es la creencia profunda que tengo con respecto a mi valor como persona.
 
Es una creencia profunda que está más adentro de los pensamientos que produzco normalmente en un momento cualquiera. Pertenece a una capa de pensamientos grabados en mi mente, generalmente poco concientes, y con una gran autoridad o capacidad de determinación.
 
Ejemplos de esas creencias profundas son:


“Yo no sirvo para eso”
“Soy tí­mid@”
“Soy fe@"
 
Son pensamientos que en algún momento de mi vida aceptíé como verdaderos y de allí­ en adelante les permití­ que definieran mi vida.
 

Desde entonces determinan la manera en que pienso. Determinan el tipo de pensamientos que admito en mi mente y determinan la dirección – constructiva o destructiva – de esos pensamientos.
 
Dichosamente, como veremos en otras páginas, las creencias se pueden modificar. Ahora lo que quiero es ver el panorama general.


 Componentes de la autoestima
 
La Autoestima tiene 3 componentes:

Cognitivo: Que indica idea, opinión, creencias, percepción y procesamiento de la información”.
Afectivo: Conlleva la valoración de lo que en nosotros hay de positivo y de negativo, implica un sentimiento de lo favorable o desfavorable, que siente la persona de sí­ misma.
Conductual: Se refiere a la tensión, intención y actuación que hace la persona por sí­ misma.
 

Importancia de la autoestima
 
La autoestima es importante porque:

Condiciona el aprendizaje. Alumnos que tiene una auto imagen positiva de sí­ mismo se hallan en mejor disposición para aprender.
Facilita la superación de las dificultades personales. Una persona con autoestima alta, se siente con mayor capacidad para enfrentar los fracasos y los problemas que se le presentan.
Apoya la creatividad; una persona puede trabajar para crear algo si confí­a en sí­ mismo.
Determina la autonomí­a personal, si la persona tiene confianza en sí­ mismo, podrá tomar sus propias decisiones.
Posibilita una relación social saludable; la persona que se siente segura de sí­ misma, puede relacionarse mejor.
 
 
Tipos de autoestima
 
1. Autoestima alta:
 
Una persona con autoestima alta, vive, comparte e invita a la integridad, honestidad responsabilidad, comprensión y amor, siente que es importante, tiene confianza, tiene fe en sus decisiones y se acepta a sí­ mismo totalmente como ser humano.
 
2. Autoestima baja:
 
Una persona con autoestima baja, la mayor parte de su vida piensa que vale poco o no vale nada.
 
Estas personas esperan ser engañadas, menospreciadas por los demás y como se anticipa a lo peor, como defensa se ocultan tras un muro de desconfianza y se hunden en la soledad y el aislamiento.
 
Cuando una persona ha perdido la confianza en sí­ misma y en sus propias posibilidades, suele deberse a experiencias que así­ se lo han hecho sentir.
 
Por ello es vital para padres, educadores o jefes, saber alentar o corregir, premiar o censurar, oportunamente.
 
No llegan a comprender que todas las personas son diferentes, únicas e irrepetibles, por lo que se tienen por ser menos que los demás y, peor todaví­a, menos de lo que son.
 
Algunos de los aspectos mencionados son incorporados a la familia por medio del "modelo" que la sociedad nos presenta, modelo que es asimilado por todos los grupos sociales. Pero la personalidad de cada individuo no sólo se forma a travíés de la familia, sino tambiíén mediante las relaciones externas que establece paulatinamente y lo que cree que los demás piensan de íél así­ como, sin duda, mediante las ideas que elabora acerca de sí­ mismo durante dicho proceso de relaciones progresivas.
 

 
¿Cómo sanar la autoestima herida en la infancia?
 
Para comenzar a ejercitase en el olvido y el abandono de aquello negativo que nos inculcaron, y sanar a ese niño que quedó escondido y herido en el interior de nosotros, podemos ir reemplazando las viejas ideas por otras nuevas. Repetirnos estas afirmaciones con frecuencia es una buena manera de comunicarnos con nosotros mismos, de ayudarnos a adquirir seguridad y tener presentes nuestros derechos, virtudes y debilidades:
 
Realizo mis elecciones y acciones con responsabilidad y sin temor.
Me aplico en mi trabajo con responsabilidad pero, si algo no va bien, no es porque yo sea un fracaso sino porque todaví­a tengo que aprender más.
Tengo confianza en que resolveríé lo mejor posible cualquier situación que se me presente y por complicada que parezca.
Aprendo a comunicar mis sentimientos y respeto los de quienes me rodean.
Soy una persona valiosa, capaz, creativa y estoy abierta para cambiar todos los aspectos de mi vida.
 
 
 
Influencia de la Escuela
 
Es fundamental que los padres y los docentes -en quienes los padres confí­an en última instancia-, sean capaces de transmitir valores claros. Es muy importante que se enseñe tanto a niños como a jóvenes el significado de esos valores.
 
Los educadores deben ser conscientes de los distintos ritmos de desarrollo de cada niño, a fin de que se sientan cómodos en la escuela y puedan aprovechar debidamente el tiempo que dedican a formarse en los planos acadíémico y personal.
 
Tambiíén es preciso comprender que la mente de cada niño está llena de imágenes. Estas imágenes son tridimensionales:
 
La primera dimensión se relaciona con la imagen que el alumno tiene de sí­ mismo.
La segunda dimensión se vincula con la opinión que el niño tiene de sí­ mismo en relación con otras personas.
La tercera dimensión se relaciona con la imagen de sí­ mismo como es y como desearí­a que fuera.
 
Por todo esto es muy importante que el tiempo que los niños pasan en la escuela les ayude a descubrir y aprender a ser las personas que quieren ser, respetando sus tiempos, conflictos y confusiones.
 
Para ser un buen educador hay que comprender y asumir que:
 
La escuela  no es una institución en la cual se puede mejorar o degradar a la gente.
Hay que saber cómo crear un ambiente que permita encontrar oportunidades dentro del mismo, donde cada niño pueda sentirse importante.
Se deben reconocer y valorar los puntos fuertes de cada niño.
Hay que tener conciencia de los sentimientos y las imágenes que los niños tienen en mente cuando van a la escuela.
Hay que ser relativamente transigente con las conductas inadecuadas puesto que los niños, seres aún inestables y en proceso de formación, se rigen a travíés de posturas agresivas o incorrectas.


Si de todo aprendo, no hay paso equivocado.😉

Scientia

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Re: La importancia de la autoestima en el desarrollo personal
« Respuesta #1 en: Febrero 20, 2014, 08:17:59 pm »
 :021: :000:

lauramsagra

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Re: La importancia de la autoestima en el desarrollo personal
« Respuesta #2 en: Febrero 21, 2014, 05:03:32 pm »
Claves para amarse a uno mismo

PARA CULTIVAR EL AMOR
 
Guardar  Cuenta una leyenda que en un pasado remoto los seres humanos íéramos dioses. Pero abusamos tanto de nuestros privilegios, que la vida decidió retirarnos este poder y esconderlo hasta que realmente hubiíéramos madurado.

El comitíé de eruditos de la vida sugirió enterrar el poder de la divinidad bajo tierra, en el fondo de los ocíéanos, en la luna... La vida desechó todas estas opciones: "Veo que ignoráis hasta quíé punto los seres humanos son tozudos. Explorarán, excavarán o gastarán una fortuna en naves para intentar conquistar el espacio hasta dar con el escondite".

El comitíé de eruditos se quedó sin saber quíé decir. "Según lo que afirmas, no hay lugar donde los seres humanos no vayan a mirar nunca". Tras escuchar estas palabras, la vida tuvo una revelación. "¡Ya lo tengo! ¡Esconderemos el poder de la divinidad en lo más profundo de su corazón, pues es el único lugar donde a muy pocos se les ocurrirá buscar!".

"Más allá del íéxito o la respetabilidad, lo que en realidad necesitamos para ser felices se encuentra en nuestro corazón"
"Nos amamos cuando ningún comentario o situación provoca que reaccionemos mecánicamente"
¿QUí‰ HAY DE NOSOTROS?

"No hay amor suficiente capaz de llenar el vací­o de una persona que no se ama a sí­ misma" (Irene Orce)

Muchos de nosotros todaví­a no hemos encontrado ese poder que andamos buscando. Al vivir desconectados de nuestro corazón, intuimos que nos falta algo esencial para ser felices. De ahí­ que haya personas que no soporten estar consigo mismas, sin hacer nada, a solas con su vací­o interior. Y dado que la sociedad nos condiciona para creer que el amor hacia nosotros mismos es un acto de egoí­smo, vanidad y narcisismo, solemos esperar que los demás nos amen para dejar de sentirnos incompletos e insatisfechos.

Pero esta búsqueda está condenada al fracaso, pues es precisamente nuestra conexión interna lo único que falta en nuestra vida. Más allá del placer y la satisfacción temporal que nos proporcionan el íéxito y la respetabilidad, así­ como el consumo y el entretenimiento, lo que en realidad necesitamos para ser felices ya se encuentra en nuestro corazón. Seamos honestos: ¿cuánto tiempo, dinero y energí­a dedicamos en conocernos, cuidarnos y mimarnos? ¿Cuándo fue la última vez que sentimos paz? ¿Quíé hemos hecho recientemente para amarnos?

Como en cualquier otro ámbito de la vida, gozar de un saludable bienestar emocional es una cuestión de comprensión, compromiso y entrenamiento.

DE LA ESCASEZ A LA ABUNDANCIA

"La vida te trata tal y como tú te tratas a ti mismo" (Louise L. Hay)

Amarse a uno mismo no tiene nada que ver con sentimentalismos ni cursilerí­as. Se trata de un asunto bastante más serio. Al hablar de amor, nos referimos a los pensamientos, palabras, actitudes y comportamientos que nos profesamos a nosotros mismos. Así­, amarnos es sinónimo de escucharnos, atendernos, aceptarnos, respetarnos, valorarnos y, en definitiva, ser amables con nosotros en cada momento y frente a cualquier situación.

El primer paso para amarnos consiste en conocernos, comprendiendo cómo funcionamos para diferenciar lo que deseamos de lo que verdaderamente necesitamos para ser felices. Y aunque en un primer momento lo parezca, este proceso de autoconocimiento no es un fin en sí­ mismo. Es el medio que nos permite adueñarnos de nuestra mente, superando a travíés de la aceptación y el amor nuestros miedos, complejos y frustraciones.

Emocionalmente hablando, solo podemos compartir con los demás aquello que primero hemos cultivado en nuestro corazón. Si no aprendemos a ser felices de forma autónoma e independiente, es imposible que podamos ser cómplices de la felicidad de las personas que nos rodean. No en vano, al vivir tiranizados por nuestras carencias, nos relacionamos desde la escasez, pendientes de que los demás nos den eso que no hemos sabido darnos. Por el contrario, al conectar con nuestra fuente interna de bienestar y dicha, entramos en la vida de los demás desde la abundancia, ofreciíéndoles lo mejor de nosotros sin necesitar ni esperar nada a cambio.

ILUMINAR NUESTRA SOMBRA

"La luz es demasiado dolorosa para quienes viven en la oscuridad" (Eckhart Tolle)

Por más buenos que creamos ser, todos funcionamos mediante creencias, motivaciones, aspiraciones, deseos, actitudes y conductas egocíéntricas, muchas de las cuales no queremos ver ni reconocer. Por eso, cuando alguien señala nuestros defectos y debilidades solemos ponernos a la defensiva. Más allá de esta reacción infantil, la madurez emocional pasa por comprender y aceptar nuestro lado oscuro, al que los psicólogos denominan "sombra". Paradójicamente, así­ es como podemos trascenderlo, dejando de proyectar nuestros conflictos internos sobre los demás y sobre el mundo que nos rodea.

Amarse a uno mismo tambiíén consiste en sanar las heridas emocionales derivadas de nuestros conflictos internos. Dado que somos especialistas en huir del dolor, al llegar a la edad adulta solemos tapar y protegernos de dichas heridas tras una máscara del agrado de los demás. Y de tanto llevarla puesta, corremos el riesgo de olvidarnos quiíénes íéramos antes de poníérnosla. Así­, para poder ir pelando las capas de la cebolla que nos separan de nuestra verdadera esencia, es muy recomendable adentrarnos en la meditación.

No en vano, el silencio y la soledad permiten que aflore nuestra verdad. Basta con que de vez en cuando dediquemos un rato a estar solos, sin ruidos ni distracciones, observando todas aquellas sensaciones que vayan brotando en nuestro interior, por muy molestas y desagradables que sean. Esta incomodidad -a la que solemos etiquetar como "aburrimiento"- pone de manifiesto que no estamos conectados con nuestro corazón. Y en vez de evitar a toda costa entrar en contacto con nuestro malestar, el aprendizaje consiste en armarnos de valentí­a para traspasar esta cortina de dolor a travíés de la aceptación. De hecho, solo cuando lo canalizamos de forma consciente y constructiva podemos liberarnos de su presencia.

DEJAR DE AUTOPERTURBARNOS

"Cuando te amas a ti mismo dejas de encontrar motivos para luchar, sufrir y entrar en conflicto con la vida" (Gerardo Schmedling)

Cuando tomamos el compromiso de amarnos, lo que en verdad estamos asumiendo es la responsabilidad de crear en nuestro interior los resultados de bienestar que antes solí­amos delegar en factores externos. Y esto pasa por cuidar nuestro cuerpo y nuestra alimentación. Tambiíén por encontrar un sano equilibrio entre la actividad, el descanso y la relajación. E incluso por elegir con quiíén nos relacionamos y a quíé nos dedicamos profesionalmente. El sí­ntoma más evidente de que estamos cultivando el amor hacia nosotros mismos es un aumento notable de nuestra energí­a vital, lo que mejora nuestra salud fí­sica y emocional.

Además, al llevar un estilo de vida coherente y equilibrado podemos enfrentarnos al mayor reto de todos: recuperar el control sobre nuestra mente. Solo así­ podemos nutrir y reforzar nuestra autoestima. Y esto pasa por dejar de perturbarnos por no alcanzar el ideal de la persona que deberí­amos ser, al tiempo que comenzamos a aceptarnos y amarnos por la persona que somos.

Al adueñarnos de nuestros pensamientos nos convertimos en los creadores de nuestra experiencia interior. Es decir, de nuestras emociones, sentimientos y estados de ánimo. Y al adueñarnos de nuestra experiencia interior nos convertimos en los amos de nuestro destino. Se sabe que nos amamos cuando ningún comentario, hecho o situación provoca que reaccionemos mecánica e instintivamente. Metafóricamente, a esta "libertad psicológica" tambiíén se la denomina "el poder de la divinidad".

LA VERDADERA RIQUEZA

"Solo poseemos aquello que no podemos perder en un naufragio" (Proverbio hindú)

Cuenta una historia que un viajero habí­a llegado a las afueras de una aldea y acampó bajo un árbol para pasar la noche. De pronto, llegó corriendo un joven que, entusiasmado, le gritó: "¡Dame la piedra preciosa!" El viajero lo miró desconcertado y le preguntó: "Lo siento, pero no síé de quíé me hablas". Más calmado, el aldeano se sentó a su vera. "Ayer por la noche una voz me habló en sueños", le confesó. "Y me aseguró que si al anochecer vení­a a las afueras de la aldea, encontrarí­a a un viajero que me darí­a una piedra preciosa que me harí­a rico para siempre".

El viajero rebuscó en su bolsa y extrajo una piedra del tamaño de un puño. "Probablemente se referí­a a íésta. Me pareció bonita y por eso la cogí­. Tómala, ahora es tuya", dijo, mientras se la entregaba al joven. ¡Era un diamante! El aldeano, eufórico, lo cogió y regresó a su casa dando saltos de alegrí­a.

Mientras el viajero dormí­a plácidamente bajo el cielo estrellado, el joven no podí­a pegar ojo. El miedo a que le robaran su tesoro le habí­a quitado el sueño y pasó toda la noche en vela. Al amanecer, fue de nuevo corriendo en busca de aquel viajero. Nada más verlo, le devolvió el diamante. Y muy seriamente, le suplicó: "Por favor, ensíéñame a conseguir la riqueza que te permite desprenderte de este diamante con tanta facilidad".
Si de todo aprendo, no hay paso equivocado.😉