ONO sigue dando pasos para salir a bolsa mientras espera la supuesta oferta vinculante de Vodafone. El operador español de telecomunicaciones ha contratado los servicios de Deutsche Bank, JP Morgan, UBS y Bank of America Merrill Lynch como bancos directores de la oferta pública de venta (OPV) y de la de suscripción (OPS). Se trata del mismo cuarteto de brokers que lideraron el infausto estreno en los mercados de capitales de Bankia.
Fuentes financieras han confirmado que estas cuatro entidades ya están trabajando en los trámites para que ONO debute en el parquíé de Bolsas y Mercados Españoles (BME) a la vuelta de Semana Santa. La compañía ha declinado hacer ningún comentario sobre esta información al indicar que la operación no arrancará oficialmente hasta que se apruebe en la próxima junta general de accionistas el 13 de marzo.
Pero lo cierto es que Deutsche Bank y JP Morgan ya llevan varios meses en la sede madrileña de ONO compilando la información para construir el denominado equity story o documento de presentación de la compañía, en el que se exponen las bondades del emisor. A estas dos instituciones financieras se han sumado UBS y Bank of America Merrill Lynch para completar un sindicato de brokers en el que tambiíén estará Banco Santander en un segundo escalón.
Llama la atención que Deutsche Bank, JP Morgan, UBS y Bank of America Merrill Lynch fueron los mismos cuatro bancos de inversión que sacaron Bankia a bolsa en el verano de 2011. Un cuarteto de brokers que dejó muy mal sabor en las dos partes, en la del vendedor y en la del comprador. Porque no consiguieron vender las acciones entre inversores institucionales extranjeros –la demanda internacional fue cero– como pretendía Rodrigo Rato y las que colocaron entre gestoras españolas dejaron un rastro de píérdidas que todavía hoy persiste.
Pese a la coincidencia, el producto que van a ofrecer a las gestoras de fondos, de pensiones, aseguradoras y family offices es completamente diferente y tiene un futuro más prometedor que el que presentaba Bankia en aquellos momentos. El proceso de concentración en el sector de las telecomunicaciones ha generado un gran apetito entre los inversores por tomar posiciones en aquellas compañías que pueden jugar un papel singular en la creación de grandes grupos multinacionales.
Un calentón muy favorable
Prueba de ello es la compra a mediados de 2013 de Kabel Deutschland por Vodafone por 7.700 millones de euros, la adquisición de la tambiíén germana E Plus por parte de Telefónica (8.500 millones) y la reciente absorción de Ziggo por la estadounidense Liberty Global por 10.000 millones. Tres procesos a los que se suma el interíés de Orange y de Yoigo por tomar el control de Jazztel, que se ha disparado en bolsa al calor del presunto interíés de la multinacional francesa y del grupo escandinavo.
Actualmente, el capital de ONO se reparte entre CCMP Capital, con el 15,2%, igual que Providence Equity Patners; Thomas H. Lee Partners tiene el 9%, igual que General Electric Structured Finance; Caisse de Díépot et Placement du Quíébeq son dueños del 6,8%; Multitel, del 6%; Val Telecomunicaciones controla el 5,4%, OTPP Power Luxembourg, el 4,8%, Grupo Santander el 4,4 %, Sodinteleco, el 3,9%, Northwesterm Insurance Mutual Life Company con el 2,3% y Bregal Co-Invests un 1,4%.
ONO está valorada en una horquilla de entre 6.500 y 7.000 millones de euros, lo que supone entre nueve y diez veces su resultado bruto de explotación (ebitda) y tiene una deuda de 3.300 millones. La operadora cerró el pasado año con 1,86 millones de clientes y 5,2 millones de servicios contratados, gracias al impulso de la telefonía móvil, y cuenta con 1,08 millones de líneas de móvil, 2,6 veces más que en 2012.