Hoy se cumplen ocho años desde que el Mercado Alternativo Bursátil (Mab) amplió el campo de acción de la bolsa española. El 21 de febrero de 2006, Bolsas y Mercados Españoles (BME) decidió constituir un segmento de mercado dedicado a las pequeñas y medianas empresas (pymes) con la idea de ayudarles a expandirse y lograr esa financiación tan necesaria para hacerles crecer.
En estos ocho años, con una tremenda crisis económica de por medio, el MAB ha conseguido lanzar al mercado un total de 21 empresas en expansión que suman una capitalización de alrededor de 2.380 millones de euros. Además, tambiíén cuenta con un segmento dedicado a las Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria (Socimis), operativo desde hace poco más de un año, y otro para las sicavs, que fue el primero que se puso en marcha en mayo de 2009.
No obstante, muchas voces se han mostrado críticas con el MAB en este tiempo, pues en estos ocho años no ha conseguido que sus empresas lleguen a despegar del todo, a excepción de dos casos de innegable íéxito: Gowex y Carbures.
La primera comenzó a cotizar en marzo de 2010 y, desde entonces, su proyección ha sido imparable. Se ha revalorizado más de un 2.000% y ha logrado superar los 1.300 millones de euros de capitalización, una cantidad que no alcanzan muchas de las compañías que cotizan en el Mercado Continuo. Además, sus títulos no sólo se intercambian en España, sino que tambiíén cotizan en Estados Unidos, Francia y Alemania.
Por su parte, Carbures cerró 2013 como la empresa cuyas acciones más se revalorizaron de toda la bolsa española. En concreto, la compañía andaluza subió más de un 700% y sus títulos cotizan a 23,9 euros dos años despuíés de salir a bolsa a un precio de 1,08 euros. Además, ha iniciado 2014 de la misma forma, pues en poco más de mes y medio sus acciones ya se han revalorizado más de un 83%.
La otra cara de la moneda
Pero lejos de haber más luces que sombras, la realidad es bien distinta. Estos dos casos de íéxito se han combinado con otros más que decepcionantes. Los dos más significativos son los de Negocio y Estilo de Vida y el Grupo Nostrum. Ambas firmas están a punto de ser expulsadas del mercado por incumplir con sus normas y además se encuentran en una delicada situación financiera.
Por otra parte está Zinkia, que libra una batalla interna para salir adelante. En los últimos días, la productora de Pocoyó y la primera compañía que debutó en este segmento del mercado ha protagonizado multitud de noticias y casi ninguna positiva. La pasada semana, el MAB le forzó a reconocer un desplome de su estimación de beneficios para 2013 de casi el 100%. Además, el presidente y principal accionista de la empresa, Josíé María Castillejo, echó a los otros dos socios de referencia para sacar adelante una emisión de bonos para evitar el concurso de acreedores.
Por último, Bodaclick tambiíén está pasando por apuros. La empresa online dedicada a la organización de bodas pidió hace unos días el concurso para su matriz y sus acciones han sido suspendidas de cotización por tiempo indefinido hasta que se clarifique su situación.
¿Un futuro mejor?
Ante este panorama, ¿cuál es la valoración de los expertos de estos ocho años y cuál creen que es su futuro? El estratega de mercados de IG Daniel Pingarrón cree que ha estado por debajo de lo que se esperaba. “A pesar de que la vida del mercado alternativo ha coincidido con un momento dificilísimo en la bolsa española, su desarrollo ha decepcionado las expectativas que había puestas en íélâ€, subraya.
No obstante, el analista de XTB Francisco Javier Arco cree que estos ocho años pueden interpretarse de muchas formas, “ya que ha sido un mal periodo para la renta variableâ€. Arco señala que el MAB ha sido el segmento del mercado más penalizado durante la crisis, “pues el capital disponible que había se iba a los blue chips, al middle cap o al small capâ€.
Sin embargo, avisa de que el alternativo es el que más potencial de crecimiento tiene en el corto y medio plazo, aunque matiza que no todas las acciones lo van a hacer bien. "Va a depender no sólo de los fundamentales de las empresas, sino tambiíén del potencial de su idea de negocioâ€, precisa.
En cualquier caso, avisa de que es un segmento del mercado al que el capital sólo va cuando hay exceso de liquidez, “y, en esos casos, un inversor normal no destinaría más del 10% de su inversión en el MABâ€.