Por... Carmen Esquivel Sarría
El parlamento francíés adoptó definitivamente una ley sobre vivienda que prevíé, por una parte, limitar el incremento de los precios de los alquileres y, por otra, dar una garantía a los propietarios en casos de impago.
Despuíés de su adopción en la Asamblea Nacional, el texto obtuvo 176 votos a favor y 164 en contra en el Senado, en el cual contó con el apoyo de los miembros del gubernamental Partido Socialista, así como de los Ecologistas, los Radicales de Izquierda y el Frente de Izquierda.
La normativa, presentada por la ministra del sector, Cíécile Duflot, busca regular los precios de las rentas para evitar los abusos en las zonas donde la demanda es mayor que la oferta, como en el Ile de France, que comprende a París y sus alrededores, y la Costa Azul.
Según Duflot esta medida fue una de las promesas de campaña del presidente Franí§ois Hollande y busca combatir las causas profundas de la crisis de la vivienda.
La nueva legislación incluye tambiíén una Garantía Universal de los Alquileres, que entrará en vigor en enero de 2016 y tiene como objetivo proteger a los dueños en casos de impago por un período de hasta 18 meses.
Duflot dijo que el gobierno continuará sus proyectos de construir unos 500 mil apartamentos nuevos anuales y de poner en práctica un plan de lucha contra la pobreza y la exclusión social.
Datos recientes suministrados por la fundación Abbíé Pierre señalan que hay al menos tres millones y medio de personas en situación precaria.
De esa cifra 141 mil 500 viven en las calles, medio millón están en albergues públicos o viviendas improvisadas y dos millones 900 mil en casas insalubres que carecen de agua potable permanente, calefacción durante el invierno o servicio de alcantarillado.
Además de quienes padecen una situación de urgencia, hay otros cinco millones en riesgo por las dificultades para pagar los alquileres, cuyo precio aumenta constantemente, señala la fundación creada en 1990 para atender a familias sin techo o con problemas de alojamiento.
