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El fisco argentino endureció el control sobre el comercio de granos con la creación de un registro del movimiento de cereales al que deberán suscribirse todos los operadores para poder vender, justo cuando el gobierno acusa a los productores de acopiar la soja y demorar el ingreso de divisas al país a la espera de un tipo de cambio más favorable.
La Agencia Federal de Ingresos Públicos informó el jueves que a partir del 1 de abril se implementará un ríégimen de registración sistíémica de movimientos y existencias de granos no destinados a la siembra —cereales y oleaginosos— y legumbres secas —porotos, arvejas y lentejas— sean propias o de terceros.
El objetivo, según el gobierno, es permitir "un adecuado seguimiento y control de las operaciones involucradas, para aquellos operadores de granos con planta habilitada por la autoridad de aplicación".
Argentina es uno de los grandes exportadores mundiales de soja y maíz, lo cual convierte al sector agropecuario en una de las principales fuentes de divisas para las arcas públicas.
Las reservas del Banco Central se han reducido considerablemente en los últimos años al ritmo de una fuga de divisas, el pago de compromisos de deuda y la importación de combustibles. En el actual escenario de turbulencia económica, el gobierno necesita con urgencia divisas frescas provenientes de los impuestos a las exportaciones agropecuarias.
Altos funcionarios han denunciado que los productores retienen excedentes de la cosecha de soja de la campaña 2012-2013 a la espera de un tipo de cambio más favorable. Los productores, muy críticos de las políticas oficiales aplicadas al sector, respondieron que ellos están en su derecho de comercializar cuando lo estimen conveniente.
El nuevo ríégimen entrará en vigor justo al iniciarse la cosecha de soja de la campaña 2013-2014, que según estimaciones oficiales superará las 50 millones de toneladas.
"La registración de existencias y movimientos (de granos) se conformará para cada responsable, por cada planta habilitada —incluyendo depósitos transitorios o de uso temporal, discontinuo o eventual, dependientes de íésta-, grano y campaña involucrada", según la Agencia Federal de Ingresos Públicos.
En caso de detectarse errores o incongruencias en la información brindada al nuevo registro de la agencia, el operador de granos se vería impedido para comercializar.