Por... Alberto Salazar Gutierrez
Funcionarios de la India y la Unión Europea descartaron hoy que las partes puedan firmar este año un tratado de libre comercio debido a la cercanía de las elecciones en la nación surasiática.
Creemos que solo será posible cerrar el acuerdo comercial un tiempo despuíés de formado el nuevo gobierno (los comicios son a fines de mayo), así que la firma quedaría para inicios del 2015, dijo el embajador de la UE aquí, Joao Cravinho, al participar en un evento de negocios.
La tercera economía de Asia y el bloque europeo han estado intentando desde junio del 2007 sellar un tratado de libre comercio y de inversiones mutuas, mas diferencias como las barreras arancelarias y la propuesta de la UE de vincular producción y comercio con medio ambiente mantienen trabadas las negociaciones.
Nueva Delhi está renuente a reducir los aranceles sobre automóviles, vinos, licores y otros bienes europeos por estimar que decisiones en tal sentido perjudicarían a los fabricantes nacionales, así como a abrir los sectores financieros y de seguros, servicios postales, jurídicos, contables y marítimos.
La UE, entretanto, se muestra reacia a abrir el mercado de servicios a la India.
Estamos tan ansiosos como ellos por firmar un tratado de libre comercio, pero aún debemos discutir cuestiones como las agrícolas, las textiles y las del ríégimen de propiedad intelectual, dijo a la agencia de noticias PTI un alto funcionario del Ministerio de Comercio e Industria.
Fuerzas como el Partido Comunista de la India-Marxista (PCI-M) han planteado serias objeciones al TLC con la UE por estimar que tendría un profundo impacto sobre el tejido económico y social del país, incluida la posibilidad de aumentar el ya abultado díéficit comercial y en cuenta corriente.
Según los comunistas, establecer estándares más altos sobre la propiedad intelectual -como propone el tratado- afectará prácticamente todas las áreas de la actividad económica, incluidos la agricultura, la industria y los servicios públicos.
Advierten, además, que la creación de sólidos mecanismos de protección al inversor socavará la capacidad del gobierno para regular las corporaciones industriales y financieras, mientras la apertura de la contratación pública a las empresas extranjeras minaría los mínimos sociales en esa materia.
Con mucha probabilidad -señalan- tambiíén se verán perjudicados el sector agrícola y el sistema de distribución pública bajo las políticas de subvenciones de la Unión Europea a sus productos agrícolas.