El Tesoro Público continúa fiel a la máxima de no dejar para mañana lo que pueda hacer hoy. Manteniendo la estrategia que ya ha seguido en los últimos años, está acelerando su actividad emisora en los primeros compases del ejercicio para adelantar terreno y procurarse cierto ángulo de comodidad para la segunda parte del año. Con los 3.000 millones de euros que se ha propuesto captar en la subasta de letras de este martes, saldará los dos primeros meses de 2014 con una captación bruta total de 50.000 millones. Es decir, en apenas dos meses -el 16,6% del año- ha cubierto ya el 20,6% de su objetivo anual, que asciende a 242.370 millones de euros.
Llegará a la barrera de los 50.000 millones este martes, jornada en la que se ha propuesto captar entre 2.000 y 3.000 millones de euros con la emisión de letras a 3 y 9 meses. Esta colocación será la primera que el Tesoro realiza tras el regalo ofrecido por Moody's. El pasado viernes, la agencia de calificación mejoró la nota crediticia de España en un escalón, desde Baa2 hasta Baa3. De este modo, no sólo alejó al rating español de la categoría de bono basura o alta rentabilidad -la que caracteriza a los emisores menos solventes-, sino que le concedió la primera subida desde 2004 y puso fin a la secuencia de recortes de calificación que España venía sufriendo desde enero de 2009.
Si el organismo emisor ya venía contando con un entorno favorable, la decisión de Moody's confirma que el Tesoro seguirá afrontando unos bajos costes de financiación. En enero, pagó un interíés medio del 0,343% por las letras a 3 meses y del 0,655% por las letras a 9 meses. En el caso de los primeros títulos, el mínimo histórico es el 0,16% abonado en agosto de 2013; para las letras a 9 meses, el rendimiento desembolsado en enero es el más bajo al que ha hecho frente el Tesoro.
¿Sondeando el mercado para una sindicada?
Por el momento, esos 50.000 millones se aproximan a los más de 51.000 millones que captó en los dos primeros meses de 2013. Pero el Tesoro aún podría protagonizar una última maniobra con la que superaría las cifras del pasado ejercicio. Fuentes del mercado reconocen que, tras el empujón de Moody's, el organismo emisor está sondeando a los inversores para ejecutar otra colocación sindicada.
El precedente del pasado ejercicio apoya esta posibilidad. En 2013, al Tesoro le dio tiempo a sacar adelante dos sindicadas en los dos primeros meses del ejercicio. En enero captó 7.000 millones de euros con la colocación de obligaciones a 10 años y en febrero, 2.000 millones de dólares -unos 1.500 millones de euros- con bonos a cinco años denominados en la divisa estadounidense. Este año, por el momento, solo ha recurrido en una ocasión a este tipo de operaciones, con las que encomienda a los bancos creadores de mercado la venta de los títulos. El pasado 22 de enero, logró 10.000 millones de euros con obligaciones a 10 años.
En este sentido, y aprovechando su asistencia a las reuniones del G20 en Australia, el ministro de Economía, Luis de Guindos, y el secretario del Tesoro, íñigo Fernández de Mesa, se encuentran de viaje en Japón para vender el atractivo de la deuda pública española entre los inversores japoneses y asiáticos.
Las condiciones del mercado invitan a que el Tesoro encargue a los bancos una colocación de estas características. En lo que va de año, el rendimiento de los títulos españoles a 10 años ha bajado del 4,15 al 3,55%, el interíés más bajo desde 2006. Y la prima de riesgo, que mide la diferencia entre este rendimiento y el de los bonos alemanes a 10 años, se ha estrechado de los 222 a los 188 puntos básicos, la brecha más baja desde 2011.