El Grupo Volkswagen está dispuesto a ser el fabricante líder en todos los segmentos. Al menos en Europa. Ya lo es en el de turismos, pero no en el de vehículos industriales, donde le superan Daimler y Volvo. De ahí que haya lanzado una estrategia para potenciar su división de industriales donde cuenta con MAN, Scania y VW Vehículos Comerciales. El primer paso es hacerse con la totalidad de las acciones de la compañía Scania. Para ello, ha lanzado una OPA por el 37% que le falta de la compañía sueca. La oferta, valorada en 6.700 millones de euros, supone una prima para los accionistas minoritarios del 36% sobre el cierre del pasado viernes. Al conocerse la noticia, las acciones de Scania subieron casi un 32% cerrando el martes en las 195 coronas suecas, lo que se acerca a las 200 coronas ofrecidas inicialmente por Volkswagen. El grupo alemán pagaría esta cantidad con 2.000 millones de sus reservas, otros tantos conseguidos al emitir acciones preferentes y 3.000 millones de euros con instrumentos híbridos de capital. Si la operación resulta favorable, el siguiente paso sería hacerse tambiíén con la totalidad de MAN, de la que ostenta el 75%. Conseguir la totalidad de ambas compañías no es un mero capricho. Supondría elevar la aportación al beneficio operativo del grupo de ambas compañías. Porsche, que ya es propiedad al 100% del consorcio alemán, aportó 1.890 millones de euros en los nueve primeros meses de 2013, mientras que MAN y Scania sólo contribuyeron 738 millones de euros. Aunque los vehículos industriales y camiones pesados son mucho más rentables que los vehículos ligeros de pasajeros, el Grupo Volkswagen intenta crear sinergias en materia de chasis, cabinas, transmisiones y electrónica que podrían aumentar la contribución al balance del grupo entre ambas marcas en unos 650 millones de euros anuales. Cifra que se reinvertiría en instalaciones industriales y en I+D para el desarrollo de nuevos productos. Hasta ahora, los accionistas que controlan ese 37% que todavía le falta al grupo alemán, se han resistido a la colaboración MAN, postura que se quiere eliminar con la OPA. De todas formas, Scania tiene una larga tradición de resistir operaciones de compra. AB Volvo lo intentó y despuíés, tambiíén lo hizo MAN. Ambas operaciones fueron aprovechadas por El Grupo Volkswagen para entrar en el capital y luego hacer crecer su participación. De todas formas, en un entorno de concentración empresarial, resultaría difícil a largo plazo que Scania pudiera ser un actor mundial si viajase sola. Eliminadas las resistencias, todo parece indicar que se crearía una división de camiones en el consorcio y se apunta ya la posibilidad de que Andreas Renschler pudiera ser el elegido para liderarla. Renschler abandonó de forma sorprendente su cargo de director de planificación de producto en Daimler hace unas semanas despuíés de haber dirigido con gran íéxito la división de camiones de Daimler (Mercedes). Daimler vendió 484.200 vehículos en 2013, un 5% más, prevíé alcanzar unas ventas mundiales de más de 500.000 unidades en 2015 y superar la barrera de las 700.000 anuales para el ejercicio 2020. Para lograrlo, Daimler anunció ayer que invertiría 4.400 millones de euros entre este ejercicio y 2015 en modernizar instalaciones y desarrollar nuevos modelos. Un difícil rival para VW.