Si se cumplen los pronósticos de los analistas, Grifols habrá cerrado el año con una mejora de doble dígito en su resultado neto.
Las previsiones de Santander, Goldman Sachs y Berenberg sitúan el beneficio neto del fabricante de hemoderivados en unos 350 millones de euros, cifra que supondría un aumento del 36% respecto a los 257 millones obtenidos en 2012. Fidentis es algo más pesimista, y sitúa el beneficio en 342 millones. Según Banco Santander, «el mercado de los hemoderivados parece sólido, con un crecimiento de la demanda de entre el 6% y el 7% anual, y Grifols está dando buenos resultados, por lo que esperamos que el beneficio por acción de la compañía se duplique en los próximos cinco años». Goldman Sachs añade que, en su opinión, «Grifols es una de las compañías mejor posicionadas en el sector europeo de las tecnologías míédicas, y tras la adquisición de una división de Novartis, tambiíén es líder en el mercado de los diagnósticos de sangre, con una cuota de mercado del 50%».
Previsiblemente, la empresa habrá cerrado 2013 con una cifra de negocio cercana a los 2.740 millones de euros. Supondría un incremento interanual del 4,5% respecto a los 2.621 millones de euros obtenidos en 2012. En los nueve primeros meses del año pasado, el grupo con sede en Barcelona facturó 2.046,6 millones, con unas ganancias de 265 millones. A principios de año, Grifols cerró la compra de la división de medicina transfusional de Novartis por 1.200 millones de euros. Mediante esta operación, el grupo incrementará sus ventas en la división de material de diagnóstico e incorporará un equipo de 560 trabajadores, una fábrica en San Francisco (Estados Unidos) y oficinas comerciales en Hong Kong y Suiza. La compañía tambiíén ha empezado esta semana a refinanciar su deuda de 5.000 millones de dólares (3.645 millones de euros al cambio actual). El objetivo de Grifols es reducir los intereses que paga por su endeudamiento. En el mercado, esperan que el grupo recompre los 1.100 millones de dólares en bonos que emitió para hacerse con el control de la estadounidense Talecris y que tienen un tipo del 8,25% para volver a sacarlos al mercado con una rentabilidad cercana al 4%, siguiendo la estela de compañías como Telefónica, Iberdrola y OHL, que ya han utilizado esta fórmula.