Que soldados rusos cerquen cuarteles de un ejíército enemigo en el continente europeo no es algo que pase todos los días, ni algo que el mercado pueda dar por descontado. El tenso fin de semana que han deparado los últimos movimientos de Moscú en Ucrania depara una apertura compleja para los mercados europeos.
Asia ha caído con fuerza, un 2% en el caso del Nikkei japoníés, y en Europa los futuros marcan caídas superiores al 1%. Tropas rusas desde hace un día las instalaciones del ejíército ucraniano en la península de Crimea (de mayoría rusa y sede de la Flota del Mar Negro), lo que ha llevado a la, probablemente, mayor crisis entre Occidente y Rusia desde que terminó la Guerra Fría.
En este contexto, y pendiente el mundo tanto de los intentos de mediación alemana como de los riesgos de que la situación se descontrole, el mercado de valores ruso ha arrancado el día con un desplome del 7%. El Banco Central ha subido tipos del 5,5% al 7% para evitar una fuga de divisas. Los expertos esperan una sesión de inestabilidad y fuertes caídas: el mercado suele pasar por alto los riesos geopolíticos, se produce a unos pocos miles de kilómetros de Berlín.
Por lo demás, los datos económicos de China han indicado un mayor enfriamiento de la economía, con el PMI al nivel más bajo en ocho meses, aunque algo por encima de la previsión.