Lo impensable se ha hecho realidad. Por primera vez en muchos años, la UE y Rusia dieron un paso que podría poner en peligro las relaciones políticas, diplomáticas y comerciales entre dos socios que se necesitan mutuamente. Un pequeño paso todavía, pero que podría convertirse en zancada si en las próximas horas, (el plazo vence el jueves), Moscú no frena la escalada militar que ha puesto en marcha en la península de Crimea, una zona esencial para los intereses militares de Rusia pero que forma parte de un Estado soberano como Ucrania.
“Si la situación no mejora, en la cumbre europea [prevista para este jueves, en Bruselas] se adoptarán medidasâ€, señaló la máxima representante de la política exterior europea, Catherine Ashton, al tíérmino del consejo extraordinario de ministros de exteriores celebrado en la capital europea.
Las primeras amenazas son tímidas, apenas la suspensión de algunas negociaciones prácticamente ya paralizadas como la de liberalización de visados para los ciudadanos rusos que desean visitar la Unión Europea.
Pero el plan de represalias, según explicaron los ministros al tíérmino de la reunión, ya incluye tambiíén la posibilidad de imponer sanciones a “las personas responsables de la violación de las normas internacionales que se han cometido en Crimeaâ€.
Un castigo que hasta ahora Bruselas había reservado para regímenes caídos en desgracia o directamente desahuciados. La última vez que lo esgrimió fue, precisamente, contra el gobierno ucraniano de Víctor Yanukóvich, quien fue depuesto solo unos días despuíés sin que las sanciones llegaran a materializarse.
Bruselas, de momento, no apunta a nadie en concreto. Pero señala claramente en dirección del Kremlin, aunque las fuentes europeas no se atrevieron ayer a nombrar personalmente al presidente Vladimir Putin. En las próximas horas las dos partes intentarán evitar un choque diplomático irreparable. “Si no hubiese acuerdo, los resultados serían muy peligrososâ€, señaló el ministro español de Exteriores, Josíé Manuel García-Margallo. La UE exige como señal de enfriamiento de la tensión “la retirada inmediata de las tropas rusas a las posiciones de estacionamiento que ocupaban en Crimea†antes de la escalada de tensión. Rusia, este lunes, no hizo ningún movimiento de repliegue. Pero pidió una reunión urgente del consejo de seguridad de la ONU (previsto para la pasada madrugada) para intentar justificar que su intervención en la zona está justiciada y no viola los acuerdos internacionales.
Los contactos continuarán el martes en Madrid, que se convierte en el epicentro de los esfuerzos para evitar una escala de tensión entre Bruselas y Moscú. En la capital española se encuentra el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, quien además de su agenda de encuentros con las autoridades españolas, se reunirá con Catherine Ashton.
El escenario parece propicio para el acuerdo, pues España es uno de los países más partidarios de ofrecer a Moscú una salida digna de la crisis, que garantice la integridad territorial de Ucrania y su acercamiento a la Unión Europea, pero respetando los tradicionales lazos económicos que han unido a ese país con Rusia. Una ecuación que, según Margallo, solo se puede resolver negociando. En 48 horas a ser posible.
Reunión de la OTAN el martes
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, anunció que mañana martes se reunirá el Consejo del Atlántico Norte, despuíés de que Polonia pidiese consultas invocando el artículo IV del Tratado Atlántico ante la crisis de Ucrania.
“El Consejo del Atlántico Norte se reunirá mañana a petición de Polonia de que haya consultasâ€, señaló Rasmussen. Ese artículo prevíé que la OTAN llame a consultas a los países para que debatan la necesidad de prepararse para una eventual defensa del territorio de uno de los países miembros si ven amenazada su integridad territorial, independencia política o seguridad.
A la reunión asistirán los embajadores de los veintiocho países aliados, señaló la OTAN. La reunión de mañana será la segunda que celebran los países aliados en las últimas horas para abordar el rápido deterioro que se ha producido en la crisis ucraniana con la intervención militar rusa en la región autónoma de Crimea.
Rusia, por su parte, aseguró en el Consejo de Seguridad de la ONU, que el depuesto presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, solicitó a Putin por carta que intervenga en el país, que se encuentra “al borde de la guerra civilâ€.
Un 40% del gas que importa Europa viene de Rusia
Ucrania tiene un importante peso específico en el suministro energíético del conjunto de Europa. El continente importa de Rusia el 40% del gas, del que hasta un 80% se transporta a travíés de los gasoductos de Ucrania. Los expertos destacan, no obstante, que Europa es ahora algo menos dependiente del gas ruso que en años anteriores por un invierno más suave, lo que hace que sus reservas sean mayores. Por ejemplo, Alemania, el mayor consumidor de gas natural ruso, puede cubrir 60 días de demanda.
Aun así, la crisis abierta entre Ucrania y Rusia ha puesto en evidencia la dependencia energíética de Europa respecto a esta zona. El ministro español de exteriores, Josíé Manuel García-Margallo, recordó ayer que si Europa hubiese hecho la interconexión con España, y con el gas que le llega de Argelia, el problema sería menor.