La primera colocación de una participación del Estado en Bankia –el 7,5% por 1.304 millones- ha dado pie a críticas que aseguran que el valor tendría que subir otro 100% para que se recuperen los 22.400 millones de dinero público inyectados. Sin embargo, Economía cuenta tambiíén con las participaciones en Mapfre e Iberdrola y con un arma de destrucción masiva: la cartera de 30.000 millones de deuda pública (la mayoría española) aproximadamente que posee la entidad y en la que acumula importantes plusvalías gracias a la subida del bono español y el desplome de la prima de riesgo.
Fuentes del Ministerio aseguran que la entidad controlada por el FROB no dudará en vender cuanto sea necesario de esa cartera para devolver las ayudas públicas si no basta para ello con las sucesivas colocaciones de acciones en bolsa. Hay que tener en cuenta que lo que podría usarse para devolver las ayudas son las plusvalías obtenidas con esta venta, no el importe total de la cartera; y estas plusvalías dependen del precio de compra de cada título y de su evolución en el mercado. No obstante, un volumen tan elevado de títulos asegura que las ganancias totales pueden alcanzar fácilmente varios miles de millones salvo que se produzca un nuevo hundimiento de la cotización de la deuda.
El Gobierno es consciente de que la valoración actual de Bankia en bolsa es altísima: más de 1,5 veces su valor en libros, por encima de cualquier otro banco español y de la mayoría de los europeos. De ahí que haya aprovechado este momento para realizar la primera colocación. Pero por eso mismo, teme que no pueda mantener este ritmo de subida -aunque la mejora de resultados elevará el citado valor en libros en los próximos trimestres- y, en consecuencia, que no pueda llegar a niveles que permitan devolver todas las ayudas. Y el plazo hasta 2017 tampoco es tan largo, sin contar con posibles sustos en los mercados por el camino. De ahí la necesidad de un plan B, que es la venta de la cartera de deuda.
Para traspasar esas plusvalías al FROB, Bankia tendría que pagar un dividendo a cuenta de las ganancias de su cartera a su matriz, BFA, que a su vez tambiíén tiene una cartera de deuda cuyos beneficios irían a parar a su único accionista, el fondo público de rescate. Josíé Ignacio Goirigolzarri ha anunciado públicamente que su intención es pagar dividendo a partir de 2015 si los resultados de la entidad lo permiten. En todo caso, este dividendo irá a parar los accionistas minoritarios de Bankia -los que acudieron a la OPV de 2011, los titulares de preferentes y subordinada que no hayan vendido o los que acudan a las sucesivas colocaciones como la del jueves pasado- en una proporción cada vez mayor a medida que el Estado vaya reduciendo su participación.
Cambio de política en Bankia
Esta disposición del FROB a vender la cartera de deuda choca con la actitud mantenida hasta ahora por los gestores de Bankia: a diferencia del resto de la banca española, apenas redujeron sus posiciones en deuda al cierre de 2013 porque "no necesitamos hacer plusvalías", a pesar de la penalización de estas posiciones en los próximos test de estríés. Ahora bien, su director general, Josíé Sevilla, no descartó vender bonos en el futuro porque "gestionamos en base a valor" y espera que el valor de estos títulos siga aumentando en los próximos meses.
AFI calcula que Bankia cuenta con una cartera de deuda pública total de 71.373 millones a cierre de 2013, pero más de la mitad de esa cantidad corresponde a los bonos inyectados por el MEDE con el rescate y a los recibidos de Sareb a cambio de los activos traspasados al banco malo. Así, la cartera de deuda pública real es de unos 30.000 millones, de los que 21.000 están en BFA y el resto en Bankia.
Iberdrola y Mapfre, una ayuda mucho menor
Aparte de la deuda, Bankia sigue contanto con participaciones industriales relevantes, cuya venta puede ayudara esa devolucion del dinero publico, aunque en mucha menor medida que esta cartera. Las principales posiciones son Iberdrola y Mapfre. En la primera posee un 5,5% y ha contratado a Rothschild para asesorarle en su venta. En la actualidad, este porcentaje supone casi 1.700 millones, pero, nuevamente, lo que debe devolver no es el importe total sino la plusvalía, que depende del precio al que tenga en libros la participación. La inversión inicial -que está colocada en BFA- se produjo a 6,8 euros, pero el macrosaneamiento acometido con el dinero del rescate ha rebajado esa valoración notablemente. Iberdrola cerró el viernes a 4,82 euros.
En cuanto a la aseguradora, vendió el 12% en septiembre por 978 millones, con una plusvalía de 165 millones. Se quedó un 3% que se ha revalorizado notablemente desde entonces, pero evidentemente su aportacion a este objetivo de retornar el apoyo al erario público sera muy menor. Asimismo, Bankia tiene algunas participaciones de menor relevancia todavía