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El primer ministro de Grecia, Antonis Samarás, y el vicepresidente, Evangelos Venizelos, se reunirán hoy para tratar de dar una salida al punto muerto en el que se encuentran las negociaciones con la misión de los acreedores internacionales.
Los dos líderes de la coalición de gobierno expresaron su convencimiento de que el retraso en las conversaciones con la delegación de la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) se debe a razones políticas y no tíécnicas.
Además mostraron su interíés en alcanzar un acuerdo antes del 10 de marzo, fecha en que se reunirá el Eurogrupo, para de ese modo poder acceder a nuevas entregas del príéstamo concedido lo antes posible.
Por tal motivo, Samarás realizará una ronda de encuentros de alto nivel que iniciará con la canciller federal alemana, íngela Merkel, para despuíés reunirse con el presidente de la Comisión Europea, Josíé Manuel Barroso; y si fuera necesario con la directora general del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde.
Las conversaciones entre el gobierno griego y el equipo de la troika no encuentran acuerdo en numerosas exigencias relativas a la recapitalización bancaria, los despidos en el sector público, la simplificación de los despidos colectivos o la liberalización de determinados productos, algunos de primera necesidad.
A pesar de las declaraciones optimistas de Atenas al inicio de la ronda negociadora, las duras condiciones que impone la troika podrían llevar a los partidos que integran la coalición de gobierno a un sonado fracaso en la próximas elecciones europeas que tendrán lugar en mayo.