Una pareja de reciíén casados de Cañamares (Cuenca) recibió en 2012 un regalo envenenado: 125.000 monedas de uno, dos y cinco cíéntimos. En total, 1.750 euros, que pesaban más de 300 kilos. La sorpresa llegó cuando fueron a ingresar el dinero y en la caja les dijeron que les cobrarían 2.600 euros por gestionar ese montón de cobre: nueve euros por cada 500 monedas.
Valga esta aníécdota para ilustrar cómo una entidad financiera puede aplicar comisiones por los servicios más insospechados. En este caso, Caja Castilla-La Mancha recogía en una cláusula contractual estos gastos por la gestión de efectivo. Meses despuíés de intentar hacer el ingreso, la pareja seguía con las cajas de monedas arrumbadas en casa.
“Con la reducción de los ingresos por prestar dinero, la banca ha empezado a cobrar por servicios por los que antes no lo hacíaâ€, explica Rubíén Sánchez, de Facua. “En algunos casos, creemos que las comisiones son claramente abusivas, como ocurre cuando el banco nos cobra por quedarnos en números rojos, ¡y tambiíén por comunicárnoslo!â€, añade.
El catálogo de servicios por los que cobran las entidades financieras es inabarcable. Santander tiene un listado de tarifas con 57 páginas, 34 epígrafes y precios para más de 200 supuestos distintos. Y no es una excepción.
Respecto a los precios que cobran las entidades, la regla general es que tienen plena libertad, según recuerdan desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). De hecho, las diferencias de precios entre entidades pueden ser abismales. Así, la comisión de BBVA en cuentas corrientes sin ninguna vinculación puede llegar a 150 euros al año, frente a 9,17 euros en el caso de Santander.
Estas son algunas de las comisiones más peregrinas que cobran los bancos.
1. Apuntes en cuenta
La banca prevíé en sus listados de precios el cobro de entre 15 y 50 cíéntimos de euros por anotaciones en cuenta. Es decir, por reflejar los movimientos en la cuenta corriente. En la mayoría de los casos quedan excluidas las primeras 10 operaciones mensuales o las transacciones más corrientes. Además, los clientes vinculados están exentos de la mayoría de comisiones. Si no es su caso, y le han cobrado 30 cíéntimos por reflejar el pago de la factura del móvil, probablemente tenga muy difícil quejarse.
2. Retirada de efectivo
Acudir a una sucursal para sacar dinero de la propia cuenta corriente parece una de las operaciones más consustanciales a ese producto y, sin embargo, no tiene por quíé estar exento del pago de comisiones. Casi todas las entidades recogen en sus folletos un servicio de entrega excepcional de efectivo: si se quieren retirar más de 30.000 euros, y no se ha avisado con dos días de antelación, el banco nos puede cobrar 40 ó 50 euros. Tambiíén nos puede cobrar otros 30 euros en caso de que finalmente cancelemos la retirada.
3. Recibir un SMS
Desde hace varios años se ha generalizado el envío de mensajes de texto al móvil del cliente para comunicarle la realización de una operación de cierta cuantía. Así se limita el uso fraudulento de tarjetas, por ejemplo. Sin embargo, que nadie piense que ese servicio es consustancialmente gratuito. En BMN cobran por darte de alta de este servicio cinco euros, más una cuota anual de 10 euros. Si nos envían más de 25 mensajes de texto al mes hay que pagar 30 cíéntimos por mensaje.
4. Traspasar efectivo
Hasta la entrada en vigor de la zona única de pagos (SEPA, en sus siglas en inglíés), muchos clientes utilizaban la orden de transferencia de efectivo como alternativa más barata, aunque más lenta, a las transferencias. El cliente encargaba a su banco que se dirigiera a una entidad donde tambiíén mantenía una cuenta, para traspasar unos fondos. Ahora, esa figura se ha sustituido por los adeudos directos, y el banco nos puede cobrar entre 12 y 18 euros por esta operación.
5. Duplicar la libreta
Si se le pierde la libreta de la cuenta corriente prepárese para pagar. En Liberbank son 15 euros, mientras que CaixaBank cobra seis euros por gestionar este tipo de “expedientesâ€. Tambiíén pueden cobrarle por pedir una fotocopia de la escritura de su hipoteca (tres euros), por el envío de un documento por correo electrónico (50 cíéntimos) o por darse de alta en el servicio de banca electrónica.
Bankia generaliza el abono por las transferencias
M. M. M.
Las comisiones se han convertido en una tabla de salvación para el sector bancario. Tras cerrar el grifo del críédito y afrontar provisiones millonarias por su exposición al ladrillo, bancos y cajas han tenido que sacar el catálogo de tarifas y buscar dónde podían cobrar más a sus clientes.
Un caso significativo es el cambio de política de Bankia en relación al cobro por transferencias ordenadas por telíéfono o internet. A finales de 2012, la entidad presidida por Josíé Ignacio Goirigolzarri cobraba en el 13,2% de las transferencias realizadas (el resto estaban exentas). Un año despuíés, la entidad había más que duplicado la proporción de transferencias en las que el cliente tiene que abonar el servicio, hasta alcanzar el 29,15% del total.
Además de cobrar por conceptos por los que antes no se pagaban, el sector bancario tambiíén ha subido precios en muchos servicios. Así, CaixaBank ha incrementado de tres a 3,75 euros el coste por transferencias (si no hay vinculación); BBVA ha aumentado la comisión por renovación de tarjeta de críédito (al pasar de 38 a 43 euros); Santander ha subido la comisión por apertura de una hipoteca a tipo variable del 0,2% al 1,5% y Banco Sabadell ha aumentado del 1,2% al 2,90% el coste por avalar los pagos de un contrato de alquiler.
El incremento del protagonismo de las comisiones se ha dejado sentir en la cuenta de resultados de las entidades financieras. En la gran banca, este tipo de ingresos supone ya cerca del 40%, cuando hace unos años nunca había pasado del 30%.
Las entidades financieras adscritas a la Asociación Española de Banca (AEB) contabilizaron hasta septiembre 4.353 millones de euros de comisiones netas, en sus cuentas de resultados individuales de septiembre de 2013, las últimas disponibles. Esa cifra supone una ligera caída respecto al dato del año anterior (-4,4%), pero si se calcula en relación al volumen total de activos del sector (que está tambiíén menguando), los ingresos obtenidos por el cobro de comisiones se han mantenido muy estables.