Hispania ha adelantado su debut, previsto inicialmente para el 19 de marzo, debido a la alta demanda registrada en la OPV, que alcanzó los 850 millones de euros, según fuentes del mercado. Inversores institucionales extranjeros como el magnate estadounidense George Soros o el reputado John Paulson han invertido en la empresa. Entre los puntos que tiene a su favor la compañía destaca su liquidez. «Hispania será la inmobiliaria más grande de la Bolsa, con un free float (porcentaje que circula libre en el mercado) del 35%», dice el responsable de la división inmobiliaria de un banco. Además, el equipo de la empresa, formado por la gestora Azora, el mayor gestor residencial en España, tiene una amplia experiencia profesional que favorecerá el íéxito empresarial. Sin embargo, antes de decidirse a apostar por la compañía, el inversor minorista debe tener en cuenta varios aspectos que invitan a la cautela, según los expertos. Complejidad Hispania nace sin activos. Su intención es utilizar los 500 millones de euros que ha captado en el mercado para invertir en el sector inmobiliario en los próximos tres años. En los tres siguientes prevíé realizar desinversiones parciales o totales de los mismos para sacar rentabilidad. La empresa no tiene previsiones concretas de los beneficios que obtendrá, pero su intención es que en los próximos seis años su rentabilidad anualizada sea del 15%, aunque no se compromete a ello. Por otro lado, la compañía contempla la liquidación total de la cartera de activos de la sociedad dentro de seis años, lo que podría conllevar la exclusión de cotización. Así consta en el folleto de la OPV publicado en la CNMV: «En el caso de que la Estrategia de Puesta en Valor propuesta por la Gestora contemple la liquidación de toda la cartera de activos de la sociedad dentro de los seis años siguientes a la fecha de Admisión a Negociación [...] la gestora procederá a la ejecución del plan de liquidación propuesta sin necesidad de someter previamente dicha decisión a votación en junta general». En este caso, la empresa tomará las medidas oportunas con el fin de preservar la liquidez de las acciones de la sociedad, tales como la recompra de las mismas o la venta de los títulos a nuevos inversores, según consta en el folleto. «La estrategia de la compañía es oportunista y cortoplacista y hay que saber que nace con la vocación de no perdurar en el tiempo», dice un analista del sector inmobiliario. Modelo de negocio La compañía ha decidido no utilizar la fórmula de Socimi para salir a Bolsa, como sí hizo el grupo Lar la semana pasada. Con ello, no tiene tantas limitaciones para invertir y puede apostar, por ejemplo, por activos de deuda. Además, Hispania evita así pagar dividendos, ya que las Socimis tienen la obligación de repartir el 80% de sus ganancias entre sus accionistas. «No es intención de la Sociedad repartir dividendos ni realizar ningún otro tipo de retribución a sus accionistas», dice la empresa en el documento remitido a la CNMV. Por último, en el apartado de riesgos del folleto figuran otros puntos poco habituales. Entre ellos, Hispania dice que «pueden existir circunstancias en las que los consejeros tengan conflicto de interíés con la Sociedad». Tambiíén advierte de que «la gestora puede subcontratar servicios y no existe seguridad de que dichos servicios vayan a ser prestados con niveles de calidad óptimos».