Vodafone cerró anoche el acuerdo para la compra de Ono. Los fondos de capital riesgo que controlan el accionariado de la compañía de cable española alcanzaron un acuerdo verbal con Vodafone, el gigante británico de telecomunicaciones, para cerrar, a falta de unos pocos detalles, la venta del 100% del capital, en una operación que sitúa en valor de empresa de Ono en unos 7.200 millones de euros, incluida alrededor de 3.400 millones millones de deuda.
A partir de ahora, se están redactando los contratos de compra-venta, que se firmarán lo antes posible, en los próximos días. La operación está condicionada, sin embargo, a la autorización de los reguladores, lo que demorará la materialización del acuerdo durante unos meses. Existe la duda de si el regulador será la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) o si será el área de Competencia de la Comisión Europea. El pasado martes, el presidente de la CNMC, Josíé Manuel Marín Quemada, señaló que la hipotíética compra de Digital + por parte de Telefónica sería una operación de ámbito comunitario, por lo que, previsiblemente, la compra de Ono por Vodafone, debido a la dimensión del gigante británico tambiíén entraría dentro de la misma categoría. En cualquier caso no se esperan dificultades por eso lado, dado que la cuota de mercado conjunta de los dos negocios, tanto en banda ancha fija como en el móvil no supone ningún nivel de concentración alarmante. Con la venta de Ono se aborta el proceso de salida a bolsa de la compañía de cable que se aprobó en la Junta general de accionistas celebrada ayer mismo. La decisión de aprobar el acuerdo para salir a bolsa se tomó debido a que el pacto para la venta no se había alcanzado a tiempo a pesar de haber estado negociando durante toda la madrugada del jueves. Con la compra de Ono, Vodafone se asegura el acceso a siete millones de hogares a los que el grupo de cable llega con infraestructura propia HFC (hibrido fibra y coaxial), una tecnología que le permite ofrecer altas velocidades (de 100 y 200 megabits) que, por el momento, pueden competir con la velocidad que ofrece Telefónica a sus clientes con su tecnología de fibra hasta el hogar (FTTH o Fiber to the home). De esta forma, Vodafone podrá ofrecer paquetes de servicios convergentes en los que el cliente recibirá telíéfono, televisión, banda ancha fija y móvil, como está haciendo Telefónica. Sin embargo, uno de los factores fundamentales para Vodafone será la capacidad de integración y gestión de tres redes fijas en paralelo: su red de ADSL basada en las centrales de Telefónica; la red de cable de Ono y su nueva red de FTTH, que está construyendo en colaboración con Orange y cuyo desarrollo futuro se convierte en una incógnita a partir de ahora.