Por... Adrií Calatayud
La defensa de la marihuana está tomando un nuevo cariz en Estados Unidos, donde, a medida que se va despenalizando el consumo y aumenta la aceptación social, sus valedores empiezan a dar a sus demandas un enfoque más económico.
Como un "lobby" más, los grupos promarihuana abandonaron las pancartas y se vistieron de traje y corbata para acudir esta semana al Congreso estadounidense a presionar a los legisladores para que aprueben normas que faciliten el crecimiento del negocio.
Además del cambio de estíética, la visita al Capitolio de la Asociación Nacional de Industrias del Cannabis, una agrupación de empresas vinculadas a su venta, trajo nuevas voces al debate sobre la legalización de la marihuana.
Los argumentos pecuniarios reemplazaron a las peticiones de una mayor permisividad, porque los activistas dejaron paso a los emprendedores.
"Hay pequeños detalles de los que necesitamos encargarnos", afirmó John Davis, copropietario de una tienda de marihuana terapíéutica de Seattle (Washington), este jueves en el Capitolio.
Las deducciones fiscales sobre las ventas de marihuana legal, la mejora de la financiación a las empresas del sector o la adopción de medidas que beneficien a los cultivadores y comerciantes son algunas de sus nuevas prioridades.
"No somos la típica cara de la marihuana", admitió Dorian Des Lauriers, cofundador de un laboratorio que realiza pruebas con marihuana terapíéutica en Franklin (Massachusetts, Estados Unidos).
Ante la delegación de 'lobistas', la congresista republicana Dana Rohrbacher reconoció que el tema "ha dejado de ser contracultural".
Un total de 20 estados y el Distrito de Columbia consienten la venta de cannabis con fines medicinales y en otros dos, Colorado y Washington, se ha autorizado su comercialización recreativa.
En Colorado, los negocios de marihuana recreativa legal funcionan desde el comienzo del año y durante su primer mes de distribución generaron unos ingresos de 14 millones de dólares y recaudaron 2 millones en impuestos, según los datos que acaba de difundir el gobierno estatal.
ArcView Market Research, una firma que se dedica a la investigación del mercado del cannabis, calcula que el valor del negocio de la marihuana legal en Estados Unidos ascendió a 1.530 millones de dólares en 2013 y proyecta que este año crecerá un 68 % hasta llegar alcanzar los 2.570 millones.
Son las cifras de un sector en expansión y que, como tal, demanda mano de obra.
Cientos de personas acudieron este jueves a la primera feria laboral dedicada a los empleos relacionados con esta sustancia, en la que se ofrecían puestos de trabajo en las áreas de gestión, venta, contabilidad, mercadotecnia, tecnología y control de calidad.
Mientras la prohibición se convierte en regulación y va creciendo el negocio, la opinión pública de Estados Unidos tolera cada vez más la presencia del cannabis.
Los estadounidenses consideraron el azúcar más dañino para la salud que la marihuana en una encuesta realizada por la cadena NBC y el diario The Wall Street Journal divulgada esta semana, en la que el tabaco y el alcohol tambiíén fueron vistos como más perjudiciales.
Así, no extraña que los parlamentos estatales de otros 15 estados estíén debatiendo iniciativas legislativas para permitir la marihuana de uso terapíéutico, porque la lucha por la legalización sigue su curso, aunque ahora haya quien tambiíén la lleve a cabo con traje y corbata.