Por... Jorge V. Jaime
La huelga minera del sector sudafricano del platino entró en su octava semana sin que aparezcan señales de solución para una protesta que está costando considerables píérdidas a la economía nacional.
El gremio convocó la dejación de labores de unos 50 mil trabajadores desde el 23 de enero en demanda de duplicación de sueldos mensuales. Pero las compañías Lonmin, Impala Platinum y Anglo American Platinum alegan que es una exigencia exagerada y no realista.
La huelga va costando a Sudáfrica casi 38 millones de dólares diarios, y portavoces del gubernamental Congreso Nacional Africano (CNA) la criticaron como una distracción negativa a dos meses de elecciones generales.
El foro Asociación de Mineros y Constructores (Amcu), coordinador de la manifestación, no pertenece a la federación Congreso de los Sindicatos (Cosatu), que junto al CNA y el Partido Comunista integran la Triple Alianza al frente del gobierno nacional desde 1994.
La protesta está localizada en las norteñas provincias de North West y Limpopo y el mes pasado derivó en algunos choques violentos entre guardias de seguridad de las instalaciones metalúrgicas y obreros de los yacimientos.
El Juzgado de lo Social de Johannesburgo desestimó el viernes anterior una petición del sindicato litigante para extender la huelga al sector del oro, otra de las grandes industrias exportadoras de este país.
Representantes estatales y del Congreso de Líderes Tradicionales se han reunido con delegados de Amcu para intentar hallar una fórmula de compromiso en pos de dar fin al paro obrero voluntario, extendido ya demasiado según la mayoría de observadores.
Sin embargo, el presidente de la organización, Joseph Mathunjwa, manifestó que los afiliados del gremio son los que tienen responsabilidad sobre el tíérmino de la acción laboral de protesta, y no mediadores ni los directivos de las empresas implicadas.
Semanas de intensas huelgas en 2012, durante los cuales la policía mató a 34 mineros en la región de Marikana, costaron a las tres compañías mencionadas unos mil 200 millones de dólares en píérdidas económicas.