Crimea ha decidido de forma casi unánime su anexión a Rusia. El 95% de los votantes de la península del Mar Negro han apoyado su integración en la Federación Rusa en una consulta en la que la participación ha superado el 81%, según los primeros avances de datos oficiales.
En la consulta popular, los habitantes de Crimea contestaron a dos preguntas: "¿Se pronuncia a favor de la reunificación de Crimea con Rusia como entidad federal?" y "¿Se pronuncia por restablecer la Constitución de la República de Crimea de 1992 y el estatus de Crimea como parte de Ucrania?".
Petición de anexión a Rusia
El Parlamento de Crimea pedirá este lunes 17, en una sesión extraordinaria, al presidente de Rusia, Vladímir Putin, la incorporación de esta autonomía a la Federación Rusa, dijo el primer ministro crimeo, Serguíéi Axiónov. "Haremos todo lo más rápidamente posible, aunque cumpliendo todos los requisitos legales", dijo a la agencia rusa Interfax.
De acuerdo con el viceprimer ministro del Gobierno prorruso crimeo, Rustam Temirgálev, los habitantes de la península podrán recibir el pasaporte ruso, el permiso de conducir y otros documentos por el "procedimiento de urgencia".
En la ciudad de Sebastopol, donde tiene su base la flota rusa del Mar Negro, y con un estatuto especial, la participación alcanzó el 85%.
En Simferópol, en la plaza de Lenin, frente al edificio del Gobierno crimeo, centenares de personas celebran por adelantado la victoria de la reunificación con Rusia ondeando banderas tricolores rusas y crimeas, mientras tiene lugar un concierto.
Los representantes de la comunidad ucraniana acusaron a las autoridades separatistas de fraude y la minoría tártara boicoteó la consulta.
Con todo, será el Parlamento el que deba refrendar mañana, lunes, los resultados de la consulta popular durante una sesión extraordinaria.
A partir de ese momento, la república autoproclamada independiente se dirigirá al presidente ruso, Vladímir Putin, para que acepte a Crimea en el seno de la Federación Rusa.
Más de un millón y medio de votantes fueron llamados a las urnas en Crimea, mientras en la tambiíén secesionista ciudad portuaria de Sebastopol eran más de 300.000 los electores con derecho a voto en un idíéntico plebiscito separatista.
Crimea siguió adelante con el referíéndum pese a que el sábado la Rada Suprema de Ucrania disolvió el Parlamento separatista, que convocó la consulta y aprobó esta semana una Declaración de Independencia.
Estados Unidos, la Unión Europea y la gran mayoría de la comunidad internacional ha asegurado que no reconocerán los resultados del referíéndum separatista y mantienen su defensa de la integridad territorial de Ucrania.
Rusia, que vetó una resolución de condena del referíéndum separatista en el Consejo de Seguridad de la ONU, asegura que respetará la opinión de la mayoría en la península conquistada por el imperio ruso en el siglo XVIII.