"Ante la crisis económica hay que tener criterio y capacidad de adaptación"
Publicado en el Economista por Rodrigo Gutiíérrez
Juan Torras Gómez, vicepresidente de la Asociación Española de Directivos.
Se define a sí mismo como un intelectual, pero se muestra como una persona cercana, dispuesta a echar un mano con lo que haga falta. Juan Torras Gómez es Vicepresidente de la Asociación Española de Directivos desde su creación en 1996 y miembro de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE). Ingeniero industrial por la Universidad Politíécnica de Barcelona, estudió el doctorado en su especialidad y cursó un posgrado de Gestión de Empresas y Tecnología.
Tiene dos libros escritos hasta la fecha y ha colaborado con sus artículos en revistas especializadas y periódicos, además de realizar ponencias y colaborar con trabajos dentro del ámbito acadíémico.
El verano ya ha tocado a su fin y siempre es duro volver ¿Cómo sufre la crisis posvacacional un directivo como usted? ¿Ha podido desconectar realmente?
Hay que dedicar las vacaciones a reponer el equilibrio personal, a la familia y a aquellas actividades que complementan nuestro desarrollo profesional que no siempre tenemos tiempo para realizar. Es tiempo sin duda para la reflexión.
Hablando de crisis, ¿cree usted que le han sentado bien las vacaciones a la situación económica que atraviesa nuestro país?
Parece que los datos del turismo de este verano no han sido tan malos como se esperaba, pero sobre todo, para lo que ha servido este periodo vacacional es para reflexionar sobre la crisis. í‰sta tiene un origen internacional, pero en nuestro país hemos agravado sus efectos por culpa de unas políticas expansionistas e intervencionistas.
El talento suele estar asociado a la edad y la experiencia, pero ¿en quíé se equivocan los jóvenes directivos en los tiempos que corren?
Hay talento con mucho potencial que no tiene por quíé darse solamente en gente joven. Es cierto que muchas personas no han pasado nunca por una crisis como la actual, pero una situación así se supera con criterio, hay que adaptarse a las circunstancias. De estas circunstancias críticas es de donde se puede obtener mayor provecho; en definiva se aprende y la experiencia es algo que sólo se puede obtener con el paso del tiempo. Pero sobre todas las cosas lo principal es tener criterio y saber adaptarse a las nuevas circunstancias económicas seas cuales fueren.
Hablamos de talento y experiencia pero, ¿quíé puede aprender un directivo de más edad de otro más joven?
Cosas novedosas, formas nuevas de hacer, frescura de ideas, innovación... De la gente joven se puede aprender mucho gracias a su punto de vista no condicionado. Si bien es cierto que lo más adecuado siempre es equilibrar entre experiencia y juventud. Lo cambios cíclicos que definen el comportamiento de los mercados sólo se pueden llegar a comprender de una manera más íntegra con el paso del tiempo. No de sopetón. Todo requiere un plazo de estudio y mesura antes de sacar ninguna conclusión.
Hace pocas semanas uno de los periódicos económicos de más prestigio, el FT, se refirió a los países del sur de Europa, entre ellos España, con la frase 'cerdos voladores' en referencia a nuestra situación economíca y a su evolución.
Todos sabemos que los periodistas a veces necesitan poner titulares que vendan bien. En el fondo, la idea es muy original, muy british, pero en mi opinión tiene un punto de muy mal gusto al que no hacía falta rebajarse y al que tampoco era necesario hacer referencia. Lo que a mi me parece es que a los británicos lo que realmente les duele es que en el panorama financiero internacional los bancos y empresas españolas estíén cada vez mejor situados . De hecho, algunas entidades bancarias están en los tres primeros puestos mundiales y rozando el liderazgo en esta supuesta clasificación.
Usted parece un directivo atípico o por lo menos con carácter distintivo, que no nos atrevemos a definir. ¿Cómo se ve usted o cómo le ven los demás en el día a día?
Esto es difícil. Pero sin que nadie piense que soy un pedante, yo me definiría como un intelectual mal que le gusta estar cerca de la gente y compartir las cosas que les pasan. Mi caracter hace que estíé dispuesto a remangarme y echar una mano allí donde haga falta. Y con respecto a la Asociación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE) soy vicepresidente desde su creación, con lo cuál ya llevo unos cuantos años al pie del cañón.