La desgracia se cebó con Jesíé. En los últimos días se había estado comentando que la única preocupación para la vuelta ante el Schalke era evitar lesiones. Pues bien, en el minuto dos cayó el canterano. Y lo hizo con una lesión de extrema gravedad. Según el parte míédico del Madrid, sufre una rotura completa del ligamento cruzado de la rodilla derecha. En principio, no tiene afectados ni el menisco ni otros ligamentos.
Adiós a la temporada, a la pretemporada y al comienzo de la próxima campaña. Seis meses de baja. Un palo durísimo para el jugador, en un estado de forma increíble, y para Ancelotti, que pierde en el tramo decisivo a su jugador número 12, al que estaba siendo su mejor relevo para el tridente de gala, Cristiano, Benzema y Bale.
Jesíé se temió lo peor nada más caer al cíésped. Una carga por detrás pasada de vueltas de Kolasinac le atropelló por sorpresa cuando pretendía proteger el balón y la rodilla del canterano se llevó la peor parte. Fue un choque tremendo. Los gestos de dolor del jugador echándose la mano a la pierna dañada sorprendieron a todos y encendieron las alarmas.
En principio, la acción no tenía ningún peligro. Nadie podía imaginar lo que había pasado tras un fuerte encontronazo. Pero Jesíé no paraba de revolcarse de dolor mientras Xabi Alonso, Ramos y Varane intentaban tranquilizarle. Incluso golpeó con rabia el cíésped con el puño de su mano izquierda. Había sentido algo en la rodilla que le hacía temerse lo peor.
No tardó en confirmarse lo peor
Aun así, tras ser retirado en camilla del campo y despuíés de ser atendido unos instantes en la banda, Jesíé tuvo el orgullo de levantarse para probar a ver si podía volver al terreno de juego. Imposible. Apenas podía apoyar la pierna. En ese momento, los míédicos pidieron el cambio a Ancelotti, que llamó a Bale.
Jesíé se tumbó nuevamente en la camilla y se tapó la cara con las manos. Durante su traslado al túnel de vestuarios, el Bernabíéu le dedicó una cariñosa ovación. Incluso, todo el banquillo del Madrid se levantó para preocuparse por íél antes de entrar al vestuario.
Allí, mientras Jesíé, sin consuelo, era un mar de lágrimas en la caseta y recibía la visita de Florentino Píérez, los míédicos procedieron a hacer una primera exploración de la rodilla. El primer diagnóstico en este tipo de lesiones es siempre clínico. Se le hicieron una serie de maniobras de exploración que suelen confirmar la gravedad del daño sufrido. Además, si en el margen de una hora y media la rodilla se inflama, es un síntoma más que significativo de una rotura del ligamento cruzado. Y a lo pocos minutos Jesíé ya tenía la rodilla como una bota.
Hasta el punto de que al jugador se lo llevaron inmediatamente a la Clínica Sanitas La Moraleja para someterle a más pruebas. Hasta allí se desplazó su agente Giníés Carvajal y sus amigos, con los que vive y que serán un gran apoyo junto a su familia, que llegará hoy desde Las Palmas. El canario salió con la mirada perdida. Minutos despuíés, escribió en las redes sociales:«Gracias de todo corazón a todos por los mensajes de ánimo».
Mientras, en el Bernabíéu la noticia corrió como un reguero de pólvora. Muchos jugadores mandaron su ánimo a Jesíé. Cristiano sólo habló de su compañero en zona mixta:«Es una lástima, una baja importantísima para nosotros, lo siento mucho porque lo estaba haciendo muy bien. Es una noticia muy mala». El dolor del madridismo.
