Pescanova ha decidido pasar a la ofensiva y meter presión a la banca para que se adhieran al convenio de acreedores. En un nota difundida este jueves, el grupo pesquero enciende todas las alarmas y califica de “urgente†el apoyo de las entidades financieras dada la delicada situación de la compañía.
“Desde este momento se plantea la necesidad urgente de llegar a un acuerdo con todos los acreedores y en especial con los bancos agrupados en el llamado G7 –en referencia a la banca española encabezada por el Banco Sabadell, el Popular y CaixaBank– para conseguir la permanencia de la sociedad en el mercado, de acuerdo con su plan de viabilidad refrendado por los distintos asesores financieros, auditores y jurídicosâ€, asegura el comunicado difundido por el presidente de Pescanova, Juan Manuel Urgoiti.
La administración concursal de Pescanova comunicó este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores la admisión a trámite de la propuesta de convenio presentada por la compañía ante el Juzgado Mercantil número 1 de Pontevedra, que incluye el plan de viabilidad y pagos de la compañía. Según Pescanova “el escrito de subsanación presentado por la sociedad el pasado martes día 18 de marzo recogía en su cuerpo las variaciones que se habían acordado en el consejo del viernes, día 14 de marzo, por unanimidadâ€.
Pescanova asegura que el convenio sería bueno para la banca, porque “desde un punto de vista de recuperación, bajo los supuestos de esta propuesta, para el citado grupo de bancos la recuperación media podría elevarse a un 35% de la deuda totalâ€. La multinacional gallega apunta además que esta recuperación no recoge “la eventual revalorización que si la sociedad cumple sus planes de negocio deberían tener las participaciones accionarialesâ€.
Consecuencias catastróficas
Pescanova avisa del desastre que supondría que la banca no se sumase al rescate, ya que “lo que ahora se produce es la absoluta necesidad de un apoyo del citado grupo de bancos para que Pescanova pueda seguir desarrollando con normalidad su actividadâ€. “Cualquier otro supuesto sería catastrófico, tanto desde el punto de vista económico como laboral o productivo, al tratarse de una sociedad viva y de gestión compleja que puede sufrir un rápido deterioroâ€, avisan desde la dirección del grupo pesquero.
La nota se hace pública en un día en que la banca se reunió para discutir su postura y en medio de fuertes resistencias a apoyar el convenio de acreedores por entender que ni se les da la participación que habían pactado ni la deuda que quería la banca para la sociedad Nueva Pescanova. Los bancos consideran que la empresa debe asumir una deuda inicial de 1.000 millones, mientras que Damm y el consejo del grupo pesquero abogan por un endeudamiento de sólo 700 millones. En consecuencia, los actuales responsables de Pescanova reclaman una quita que los bancos consideran excesiva, lo que dificulta la posibilidad de un acuerdo satisfactorio.