El dinero extranjero se reconcilió con España el año pasado. Lo que se ha repetido mil veces para los mercados financieros, por la mejora de los bonos y las letras, se ha manifestado tambiíén en la inversión directa en empresas, pero de forma más moderada y profundamente desequilibrada: mientras las tomas de posiciones se dispararon un 41,9% en banca y seguros y un 66,7% en actividades inmobiliarias, la inversión en la industria se hundió un 38,5%.
Los datos, publicados el jueves por la Secretaría de Estado de Comercio, revelan una tendencia poco alentadora, la píérdida de fuelle fabril en España de los últimos años, y tambiíén reflejan el apetito de muchos fondos por hacerse con activos del ladrillo a precio de ganga en el marco del proceso de reestructuración bancaria y saneamiento inmobiliario. Estos sectores representan prácticamente la mitad de todas las operaciones internacionales.
En global, las inversiones productivas (excluyendo las entidades de tenencias de valores) brutas aumentaron un 8,8%, hasta los 15.812, una cifra que excluye operaciones como la entrada en el capital de FCC por parte de Bill Gates, ya que los registros del Ministerio de Economía excluyen las tomas de capital en firmas cotizadas cuando no alcanzan el 10% del accionariado.
Si se incluyen las empresas de tenencias, las inversiones retrocedieron un 0,7% el año pasado, 19.484 millones de euros, pero las desinversiones sí experimentaron una mejora muy notable: la salida de 22.720 millones de capital de 2012 menguó hasta los 4.085 millones en 2013, de modo que el saldo de las inversiones netas pasaron del díéficit de 2012 a un valor positivo de 15.398 millones.
Por países, Holanda se situó como primer inversor extranjero, con 2.239 millones de inversión bruta, el 14% del total, mientras que España paradójicamente aparece como segundo inversor foráneo, con 1.955 millones, el 12,4% del total, porque este epígrafe inversiones que compañías españolas realizan a travíés de filiales en el extranjero, muchas veces como forma de obtener ventajas fiscales.
El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, señaló que 2013 resultó “el cuarto mejor año†para España desde que hay datos y consideró los datos una muestra más de la recuperación de la confianza en la economía española.