Por... Masiel Fernández Bolaños
La reciente decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) de que para decidir el futuro de las tasas de interíés tendrá en cuenta otros indicadores y no solo el laboral, genera desacuerdos.
La institución ha mantenido las tasas en niveles históricamente bajos de entre cero y 0,25 por ciento desde diciembre de 2008, en pleno auge de la crisis económica, para tratar de estimular los príéstamos, la inversión y el crecimiento.
En los últimos meses varios funcionarios de la entidad sostuvieron que un índice de desempleo de 6,5 por ciento era prudente para comenzar el aumento de las tasas.
Sin embargo, en la reunión de la FED, concluida el pasado miíércoles, trascendió que además de observar el indicador laboral se tendrán en cuenta otros como la inflación.
Su presidenta, Janet Yellen, informó una tercera reducción de 10 mil millones de dólares en su alivio monetario, que consiste en compras de bonos.
Yellen subrayó que probablemente finalizará ese programa a fines de este año y que comenzará a subir los tipos un semestre despuíés.
Sobre el tema, el presidente del banco de la FED de la ciudad de Mineápolis, Narayana Kocherlakota, opinó que en el encuentro se debería haber prometido mantener las tasas cerca del cero por ciento hasta que el desempleo, actualmente en 6,7 por ciento, caiga debajo del 5,5, en la medida que sigan contenidos los riesgos para la inflación.
Al abandonar la promesa de la FED, de dejarlas bajas hasta que el paro alcance un nivel más saludable, el banco central estadounidense envía un mensaje incorrecto tanto sobre el índice de precios al consumidor como sobre el empleo, remarcó.
Kocherlakota explicó que la nueva orientación de las tasas no comunica las medidas determinadas que se adoptan para facilitar un incremento más rápido de la inflación de nuevo hacia la meta del dos por ciento.
Tambiíén crea incertidumbre en torno a la perspectiva de crecimiento económico, al dar poca información sobre cuán rápido quiere la FED que la economía regrese al pleno empleo, e incluso sobre el nivel de desocupación que considera como consistente con el pleno empleo.
Según expertos, las proyecciones de la Reserva mostraron que varios miembros del comitíé que fija la política monetaria del banco central ven la tasa de interíés referencial alcanzando el uno por ciento para finales de 2015.