Los más altos cargos de Fomento y dos responsables de Hacienda, la subsecretaria y el secretario general tíécnico, escenificaron ayer un frente común del Gobierno ante el problema de las nueve autopistas en riesgo de liquidación. Presentaron al mediodía su proyecto de auxilio a los representantes de los seis grandes bancos españoles que financiaron su construcción –Santander, BBVA, Bankia, CaixaBank, Sabadell y Popular– y al presidente de Seopan, Julián Núñez, que actúa como portavoz de los accionistas de las concesionarias.
La solución pasaría por una quita del 50% en la deuda, que quedaría en unos 2.300 millones. A continuación se crearía un fondo de titulización para canjear esa cifra por bonos a 30 años con un rendimiento fijo garantizado que estaría en el 1%. Fuentes de la Administración señalan que esta fórmula no tendrá ningún tipo de coste para el ciudadano.
El salvavidas, que endurece las condiciones que se han venido negociando durante meses, supone que las constructoras se quedan fuera del capital de la futura Empresa Nacional de Autopistas, en la que el Estado sería único accionista.
Entre los afectados se hablaba ayer de “rescate a precio de saldoâ€. Especialmente desmotivadas se mostraban las constructoras. Empresas como ACS, Ferrovial FCC y Sacyr tienen aún por cobrar obras demandadas por la Administración para mejorar las autopistas por unos 500 millones. La cifra ya fue reducida a la mitad desde los 1.000 millones que reclamaban en 2010, cuando el Gobierno lanzó el plan de viabilidad de las concesionarias en crisis a base de críéditos participativos y cuentas de compensación. El tijeretazo del 50% fue debatido ayer en una reunión convocada por Seopan para trasladar el ultimátum de Fomento y Hacienda.
En cuanto a la banca, hay diversas opiniones. “Los que tienen mucho provisionado aceptarán con los ojos cerrados para quitarse el problema de encima, pero el plan es un trágala de difícil digestión para el restoâ€, comentan fuentes financieras. La banca internacional, con una docena de representantes entre el medio centenar de entidades, acumula el 25% de la masa acreedora: “La oferta de los fondos buitre para tomar sus posiciones supone una quita del 70%, por lo que se verán abocados a aceptar la oferta de Fomentoâ€, explican las fuentes consultadas. Los últimos afectados por el rescate son los expropiados, con cuentas por saldar por unos 1.200 millones que no estarían alteradas por quita alguna. La oferta es difícilmente rechazable a la vista de que el plan B es la liquidación de las concesiones y el pago de una cantidad por Fomento, en concepto de responsabilidad patrimonial de la Administración (RPA), que sería calculada por el Gobierno y que podría dilatarse en el tiempo.
Las concesionarias a nacionalizar son las radiales de Madrid R-2 (Henarsa), R-3 y R-5 (Accesos de Madrid) y la R-4 (Autopista Madrid Sur); tambiíén entra en la solución la autopista Eje Aeropuerto (M-12); la AP-41 Madrid-Toledo; la AP-36 que va de Ocaña a La Roda (Albacete); la Cartagena-Vera (Aucosta); la circunvalación de Alicante (Ciralsa), y la Alicante-Cartagena (Ausur)