Orange, el grupo francíés de telecomunicaciones, quiere saber a quíé atenerse en el mercado español de telefonía, sacudido por la reciente compra de Ono por parte de Vodafone, por 7.200 millones de euros.
Esta operación, que fortalece a Vodafone y le dota de una red de banda ancha que llega a 7,2 millones de hogares, mete presión a Orange, que puede quedar retrasada respecto al grupo británico y a Telefónica, que ha anunciado un ambicioso plan de despliegue de fibra óptica hasta el hogar para llegar a más de 7 millones de hogares pasados a finales de 2014. Para hacer frente a esta situación, la empresa gala ha encargado la tarea de analizar el mercado español a un equipo de expertos en fusiones y adquisiciones de la central del grupo en París, que ha desplazado a Madrid, lo que demuestra el interíés por aumentar su presencia operativa. Orange ha contratado además a Bank of Amíérica Merrill Lynch para que le asesore en su estrategia de crecimiento en España, según Reuters. Este interíés por España ya fue confirmado por el presidente mundial del grupo, Stephane Richard, en una entrevista en EXPANSIí“N el pasado 3 de febrero, en la que dejó clara su intención de ser un actor en la consolidación del mercado español y citó expresamente a Jazztel y a Ono como posibles objetivos
