Una investigación de dos años por parte de la autoridad financiera británica (FCA, por sus siglas en inglíés) ha concluido con la imposición de una multa a de 12,5 millones de libras (15 millones de euros) a Santander UK, por ofrecer a sus clientes un asesoramiento incorrecto a la hora de invertir. En 2012, la FCA realizó una investigación encubierta, con sus empleados haciíéndose pasar por clientes que acudían a sucursales de varios bancos para pedir consejo sobre donde colocar el dinero. A principios del año pasado, ese ejercicio concluyó con la apertura de un expediente sancionador a Santander UK, porque sugería a sus clientes operaciones de inversión inadecuadas para su perfil de riesgo y experiencia financiera. Ana Patricia Botin, consejera delegada de la filial británica de Santander, reaccionó al expediente paralizando la actividad de las 780 personas que el banco tenía en las sucursales prestando asesoramiento para invertir en fondos, seguros y planes de pensiones. Tras revisar este negocio, la entidad ha creado un nuevo equipo de asesores más pequeño y sujeto a las exigencias del regulador. Tras analizar toda la evidencia, el organismo supervisor va a anunciar hoy una multa de 12,5 millones de libras, la mayor que recibe Santander UK. Se trata del segundo castigo regulatorio que el banco sufre en Reino Unido. En 2010, tuvo que pagar 1,5 millones de libras por dar información confusa a los compradores de unos sofisticados productos financieros.