Doce días. Es el tiempo que falta para que se cumplan los cuatro meses desde que Víértice 300 se declaró en preconcurso y la productora, que ha vivido una autíéntica Guerra Civil en los últimos meses y que ayer celebró una reunión del consejo de administración, sigue buscando fórmulas que le permitan escapar del concurso definitivo.
Y en esa escapada hacia delante se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de llevar a cabo una ampliación de capital, según ha podido confirmar El Confidencial con fuentes conocedoras. Sin embargo, esta opción cuenta con la oposición de varios de los actuales accionistas, que rechazan diluirse más y apuestan por ir a concurso.
En esta posición de espadas en alto, los defensores de una ampliación de capital han llamado a la puerta del fondo GEM, viejo conocido de la casa por las operaciones que ha llevado a cabo con Ezentis, a la sazón, primer accionista de la productora, con un 27,8% del capital.
La propuesta dibujada sobre el papel consiste en una inyección de 9 millones de euros vía emisión de nuevas acciones, que podría suponer diluir el valor del título a la mitad, según denuncian los opositores a esta fórmula, ya que la compañía capitaliza actualmente algo menos de 18 millones de euros, tras haber cerrado ayer en 0,052 euros por acción.
El concurso como solución
Este plan tiene en su contra el tiempo, ya que el 12 de abril se cumplen los cuatro meses que concede la normativa para presentar una plan de financiación que permita esquivar el concurso. Ante la inmediatez de los plazos, según las mismas fuentes, se ha negociado que GEM adelante un millón de euros y que HIG devuelva el catálogo de películas que adquirió a Víértice 360.
Y es aquí donde entra en juego el argumento de los opositores a una ampliación, que además de rechazar una dilución, consideran que el camino que debe seguir la empresa pasa por recurrir al concurso y bajo la tutela de la administración concursal solicitar la retrocesión de la venta que se hizo a HIG de la joya de la corona, la división audiovisual, y del catálogo de películas.
El ex presidente de la productora, Josíé Herrero, lleva meses apoyando esta segunda opción, hasta el punto de que presentó su dimisión del máximo órgano de administración de la compañía (ya había abandonado dos días antes el sillón presidencial) el pasado 30 de diciembre, tras el rechazo del resto de administradores a presentar el concurso.
Con su marcha, que siguió a la del secretario del consejo (Enrique Lahuerta) y la de la vicesecretaria (Isabel de Prada), se escenificó el divorcio que se vive en el accionariado de la productora y que supuso el ascenso de Josíé Miguel Fernández Sastrón a la presidencia de la productora, sillón desde el que sigue intentando encontrar una solución que permita a la compañía esquivar el concurso.
Formulación de cuentas
En esa búsqueda de soluciones que permitan esquivar la liquidación, el consejo de la productora aprobó ayer presentar las cuentas de cierre del ejercicio 2013, así como de sus sociedades dependientes, según comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La normativa española contempla que todas las sociedades deben formular sus cuentas auditadas antes de terminar el mes de marzo. Víértice 360 tuvo unas píérdidas de 67,8 millones de euros, unos números rojos un 66,5% más abultados de los 40,7 millones que perdió un año antes.