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Autor Tema: Opinión: Las personas no sobornan, las multinacionales sí­  (Leído 181 veces)

OCIN

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Bloomberg



 En el caso Hewlett-Packard y las investigaciones de soborno actuó la “inmaculada corrupción”; pese a las multas por los presuntos actos de corrupción en Míéxico y otros paí­ses, no hay una ninguna persona señalada, escribe Jonathan Weil, de Bloomberg.

Hoy el pueblo estadounidense aprendió una importante lección acerca del soborno. Puede ocurrir por sí­ sola. Incluso hay un nombre para esto: la inmaculada corrupción. Las personas no sobornan, las empresas sí­.

Esto explica por quíé Hewlett-Packard, aunque no hay individuos acusados de nada, está pagando 108 millones de dólares en el extranjero para resolver investigaciones de soborno realizadas por el Departamento de Justicia y la Comisión de Bolsa y Valores. Ninguna persona hizo nada malo (o al menos ninguna cuyo nombre sepamos). Lo hizo Hewlet-Packard sola.

Otra lección importante que nuestro gobierno nos enseñó hoy es que Rusia es corrupta. ¿Quiíén lo hubiera imaginado? Igual Míéxico y Polonia.
Estados Unidos tiene leyes que prohí­ben a las compañí­as pagar a funcionarios gubernamentales de otros paí­ses para ganar negocios. Podemos presumir que Hewlett-Packard razonó que los sobornos eran necesarios porque la calidad de sus impresoras, computadoras y servicios tíécnicos eran tan inferiores que era la única manera en que podí­an venderlos. Y yo me solidarizo completamente.

Usted incluso podrí­a hacer un argumento semicoherente de que Hewlett-Packard tení­a el deber de tratar de salirse con la suya quebrando estas leyes en aras de maximizar el valor para los accionistas.

En 2000, cuando fue realizado el primer soborno inmaculadamente concebido, el Departamento de Justicia, la Comisión de Valores de Estados Unidos difí­cilmente hicieron cumplir la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero. Pero luego comenzaron a hacerla cumplir de nuevo. Así­ se volvió de nuevo ilegal sobornar a funcionarios corruptos del gobierno en Rusia, Polonia y Míéxico. Hewlett-Packard se encontró a sí­ misma en el lado equivocado de la delgada lí­nea azul.

A decir verdad, el mayor error de la compañí­a fue no ser un banco. Ni el Departamento de Justicia ni la Comisión de Valores han empleado la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero contra un banco.

¿Quíé tan grave fue la conducta en este caso? Los sobornos a los funcionarios de gobierno en Polonia ayudaron a Hewlett-Packard a ganar un contrato con la agencia nacional de policí­a polaca. En Rusia, los funcionarios ayudaron a Hewlett-Packard a conservar un contrato con la oficina del fiscal federal. Esto es tan malo que acaba siendo bueno. Si vas a sobornar a alguien para obtener un contrato gubernamental, que sea a los policí­as.

Así­ que ahora Hewlett-Packard va a travíés de la costumbre del no remordimiento. La filial rusa de la compañí­a acordó declararse culpable de cargos criminales en una corte federal en California. Su unidad polaca consiguió un acuerdo de enjuiciamiento diferido. Y su sucursal mexicana obtuvo un acuerdo de no acusación. Así­ que esta filial deberí­a tener cuidado, porque si es atrapada quebrando la ley otra vez, podrí­a sufrir un castigo más severo, como el que su prima polaca obtuvo.

¿Y las personas que realizaron los sobornos? Bueno, íésa es la mejor parte: no hubo ninguna. Porque si la hubiera, entonces la Comisión de Valores y el Departamento de Justicia seguramente habrí­an presentado algún tipo de reclamo en su contra. De esta manera, todos son más felices. Hewlett-Packard paga su peaje sin tener a nadie metido en problemas con la ley. Los abogados del gobierno mejoran sus cuotas de casos. Y los “grandes”abogados de Hewlett-Packard pueden presumir que son híéroes.

Se ha hecho justicia.



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