Afortunadamente, hace ya meses que dejó de ser noticia que un gran banco de inversión estadounidense hiciera un informe positivo sobre España, y empezó a preocupar el contenido de dichos análisis, es decir, quíé están viendo en nuestra economía para mostrarse tan optimistas respecto al futuro próximo.
Por eso, que Morgan Stanley reitere sus previsiones de crecimiento sobre la piel de toro para los dos próximos ejercicios entra dentro de la calma tensa que vive el país. Ahora, que base esas buenas previsiones en la evolución de la demanda interna..., eso ya sí, empieza a ser noticia.
Ayer, la entidad publicó un informe titulado "Iberia, un vuelo con dos motores", en el que alaba el futuro tanto de España como de Portugal. Pero, a diferencia de lo visto hasta ahora, los analistas de la entidad no centran sus buenas pulsaciones sólo en las exportaciones, que van a seguir jugando un papel crucial, sino que despuíés de mucho tiempo se aventuran a hablar de un segundo motor.
"La demanda interna se está convirtiendo en otro conductor", señala Morgan en su informe, consciente de que rompe moldes, hasta el mundo de que la propia firma se reconoce "más optimistas que el mercado". Sobre todo, en relación al pequeño país vecino.
La entidad cifra en un 1,4% el crecimiento de Portugal este año y un 1,6% el próximo, muy por encima de las estimaciones que concede la media de expertos; mientras que refrenda la mejora del 1% para este ejercicio en España y del 1,5% el próximo, cifras más en línea con el resto del consenso, pero tambiíén por encima de la media.
¿El paro? Bien, gracias, mejorando
¿Quíé papel concreto juega la demanda interna en estas estimaciones de crecimiento? En el caso español, Morgan considera que restará un 0,1% al crecimiento este año, pero, atención, para 2015 le confiere un punto del crecimiento del 1,5% que espera ese año para el PIB del país. El caso luso es todavía más sorprendente, ya que la demanda interna aporta 0,9 puntos al crecimiento de 1,4% para este ejercicio, cifras que el próximo pasarán a ser 0,8 y 1,6%, respectivamente.
Aunque la entidad reconoce que el desapalancamiento va a seguir pesando sobre el crecimiento, las buenas nuevas de Morgan Stanley le llevan a hablar, incluso, de un crecimiento del 2% en el mejor de los escenarios y, aunque admite que íéste es su mejor pronóstico, tambiíén advierte que no lo ve tan imposible.
¿Por quíé? La firma estadounidense apunta a las mínimas mejoras de empleo vistas en los últimos tiempos como un catalizador, ya que está convencida de que seguirán viíéndose números positivos y, por tanto, que íéstos tendrán reflejo en un mayor consumo y en la demanda interna.
Para hacer estos cálculos, Morgan Stanley ha sido relativamente conservador y ha estimado que el desempleo pasará del 26,4% en que cerró el pasado ejercicio, al 24% que pronostica para el cierre de 2015; lo que significa que, a pesar de todas estas loas sobre la economía nacional, cree que dentro de 21 meses, casi uno de cada españoles continuará sin tener un empleo. Por lo que respecta a la inflación, la entidad prevíé que concluya este ejercicio en el 0,3%; y el próximo, en el 0,9%; muy lejos del 1,4% que tuvo el año pasado; o del 2,4% del anterior.
Deuda y bolsa española
Pecata minuta, parecen pensar en los despachos del prestigios banco, porque la gran foto, la de los mercados, sale positiva para España, gracias a que en ya se están recogiendo los frutos de los duros ajustes aplicados en los últimos tiempos. Sobre todo, si se compara con el gigante de la periferia, Italia, como hace Morgan.
El país trasalpino resulta mucho menos atractivo, hasta el punto de que los expertos del banco estadounidenses apuesta por la deuda lusa frente a la italiana en el escenario de tres y siete años, mientras que recomienda la española tambiíén frente a la italiana en 5 y 10 años.
Del mismo modo, este renacer de la periferia va a tener su reflejo en las bolsas, un terreno donde los expertos de Morgan Stanley tienen a Bankia y Caixabank como opciones preferidas, sin perder de vista BBVA, valor que recomiendan sobreponderar.